martes, 25 de octubre de 2011


Estar en control, para el rendimiento óptimo en natación.
                                                                                                  Prof. Raúl Strnad. Argentina


                        “Anoche no pude dormir bien, hoy me levanté cansado y con pesadez… no me siento en el agua”. El arte de administrar el estrés, consiste en mantenerse en un nivel de estímulo que sea saludable y agradable

Introducción.
No dejo de extrañarme en este transitar de mi vida de la  mano del deporte, que en una de las actividades que mucho placer me brinda – dar conferencias - , nunca me han preguntado acerca de este tema que voy a exponer.
Generalmente las preguntas durante y post charlas, son de cuantos metros, de que intensidad, el micro-macrociclo, etc., de la mano como entra o sale,  y otras cuestiones de la mecánica de movimientos.
Es muy posible que el interés de las preguntas, estén orientadas al tema desarrollado, pero aquellos que ya hemos vividos años en este deporte y observado conductas varias de nuestros deportistas, no podemos obviar en mencionar y destinar un muy buen tiempo a otras situaciones que poco se plasman en los libros destinados a nuestro deporte de la natación.
 El entrenador y su grupo de apoyo, deben controlar innumerables variables en un equipo de  deportistas, con el objeto de obtener de estos, la mejor prestación a la hora de entrenar y de competir.
En el mundo que nos toca vivir, es muy posible que este denominado “grupo de apoyo”, solo sea una ilusión, ya que generalmente somos nosotros quienes debemos estar al tanto de todas las variables que hacen al desarrollo y desempeño de nuestros deportistas. Lo malo es que nos acostumbramos a ello, y en el peor de los casos,… “creemos que lo hacemos bien”.


Lo palpable y lo impalpable.
Cualquier circunstancia humana puede verse impregnada de un determinado nivel de ansiedad. Las situaciones de competición deportiva, donde el resultado obtenido y las consecuencias que se derivan del mismo, pueden determinar el presente y el futuro como profesional del deporte (contratos, valoración social, continuidad, autoestima etc.), generan en el organismo estados de ansiedad que es preciso controlar. La mayoría de deportistas y técnicos, cuando se tienen que enfrentar a una competición, sienten en mayor o menor grado un estado de nerviosismo, que puede aparecer incluso días antes de la propia competición, y que, influye en el rendimiento deportivo.
La ansiedad en la actividad deportiva es particularmente amplia por el hecho de que aquí, la persona posee un antecedente considerable de carga física y neuropsíquica en las sesiones de entrenamiento y competición, estando constantemente sometido a la actuación de las más variadas influencias interpersonales y ambientales (Straub, 1978). Pero, con independencia del sentido positivo o negativo que pueda tener un determinado estímulo, existen algunas situaciones características que contribuyen a convertir un estímulo en una situación de ansiedad.
Los estadíos metabólicos, en sus vertientes de desarrollo y control a partir de pulso y lactato, la preparación física genérica como específica tanto en agua como en el gimnasio, la estructura de entrenamiento determinada en tantos mesociclos hasta el arribo del momento de la supercompensación (puesta a punto), la nutrición, suplementación farmacológica, la hidratación durante y post entrenamiento/competencia, etc., etc., serán los factores que contribuirán en esta construcción, y finalmente en el posterior rendimiento esperado.
Muchas veces consideramos que al tener estas variables controladas, y dentro de una estrategia ideal, poseeremos sin lugar a dudas “el paquete cerrado, y listo para entregar”. Especular  que podremos evaluar un desempeño del deportista desde lo palpable/observable, solo estamos viendo la mitad de la realidad.
Siempre, aquellos que estamos al borde de la piscina,  ponemos una piedra más, o una menos, en el disco de la balanza, a la hora de la planificación. Generalmente nos complejizamos en esta hora, ya que al establecer los contenidos en cuanto a cantidad y calidad de los mismos, pecamos de menos o de más con respecto a los propósitos asignados al ciclo de trabajo.
Es que, en un microciclo de trabajo, los casilleros que disponemos para llenar no son muchos, y los contenidos son infinitos.
Solo basta descifrar los capítulos de los libros dedicados a la planificación de diferentes autores, para disfrutar de la inmensa confusión que nos invade… a la hora de elegir estrategias y movimientos, en este complicado tablero de la preparación física del nadador.
Es posible que aquellos entrenadores que se han formado de manera sistemática, tengan alguna o mucha ventaja por sobre aquellos que lo han hecho de manera asistemática.
La influencia y garantía que ofrece la primera posibilidad por sobre la segunda, no siempre se dio en la realidad como un hecho de mejores resultados. La historia nos demuestra que personas con un “sentido especial” del manejo de los aspectos del entrenamiento, también han tenido tremendos éxitos en el mundo deportivo, por encima de aquellos que se prepararon toda su vida para entrenar.
James Counsilman lo denominó en su década de gloria como el FACTOR X, pero hilando más profundo, “LA INTELIGENCIA EMOCIONAL”, de Daniel Goleman, han dado un toque de distinción a este aspecto de “aquellos entrenadores exitosos” en el gran mundo del deporte.

El pecado.
Aquellos que hemos practicado en algún momento de nuestras vidas un deporte de precisión – como el golf -, hemos encontrado y sentido en carne propia, como perdemos la concentración, el enfoque, el control, en muchos momentos de la agonística deportiva.
Consideramos que el solo hecho de haber practicado, llevar una estrategia predeterminada a la hora del golpe de la pelota, bastará para lograr el propósito.
Otros, como muchos de Uds., quizás hayan practicado otros deportes, y recordarán que en muchas oportunidades no se logró la máxima posibilidad,… o la posibilidad de acceder a unas instancias superiores por un aspecto que en su momento no se determinó… y en el peor de los casos… no se planificó a pesar de tener el 99% de las variables en control.
Los espacios destinados a los desarrollos de lo palpable y observable (músculos, tendones, articulaciones, resistencia, potencia, velocidad, etc.), los entrenadores tenemos una gimnasia diaria que en numerosas oportunidades, nos hace prescindir de ese 1% fatal que nos faltará al “final de esta película”.

Algunos condicionantes del “NO ÉXITO”.
. El poco tiempo que se dispone en la piscina para entrenar en algunas oportunidades.
. No tener una asistencia excelente por parte del deportista.
. No contar con equipo de apoyo al entrenador.
. Prescindir del estudio previo antes del inicio de la temporada, como así también de los contenidos que llevará el ciclo de trabajo, son algunos de los elementos condicionantes para que nuestro deportista no llegue en las mejores condiciones al evento.
Pero hay un elemento que, como mencioné anteriormente, poca o ninguna posibilidad le otorgamos a su desarrollo, y sea quizás de una importancia capital.

La cabeza.
Así denominamos de manera doméstica, cuando deseamos expresar que nuestro deportista “realizó todo”, pero algo falló a último momento.
No es que a último momento algo falló, …“falló desde el primer momento”, ya que nuestra estrategia solo se limitó desde el inicio de la preparación como nadador de categorías, a desarrollos en aquellos elementos observables y palpables, y desestimamos la invalorable determinación  que poseen los mecanismos mentales del deportista.

Estrés y competencia. Tomografía de este fenómeno
¿Qué es el estrés?, es la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria, o simplemente, todo aquello que nos obliga a un cambio.
Otra visión similar cataloga a este como:  "respuesta de estrés", al referirse a la respuesta inespecífica del organismo a cualquier demanda, y el término de "estresor" o "situación estresante" referida al estímulo o situación que provoca una respuesta de estrés.
Las situaciones estresantes llamadas estresores, que pueden causar el cambio o adaptación son de un espectro enorme. Desde el enojo transitorio a sentirse amenazado de muerte; desde la frustración o la angustia, al temor que nunca cede.
En la actualidad han cobrado auge las teorías interaccionistas del estrés que plantean que la respuesta de estrés es el resultado de la interacción entre las características de la persona y las demandas del medio. Se considera que una persona está en una situación estresante o bajo un estresor, cuando ha de hacer frente a situaciones que conllevan demandas conductuales que le resulta difícil poner en práctica o satisfacer. Es decir, depende tanto de las demandas del medio como de sus propios recursos para enfrentarse a él (Lazarus y Folkman, 1984), o avanzando un poco más, de las discrepancias entre las demandas del medio externo o interno, y la manera en que el sujeto percibe que puede dar respuesta a esas demandas (Folkman, 1984).
El estrés tiene dos caras: una negativa – distrés -, y una provocada por hechos positivos – eustrés -. Este último refleja una actitud positiva que ayuda a enfrentar desafíos o amenazas, como un hecho automático y esencial de la vida.
Tanto el estrés positivo como el negativo comparten las mismas reacciones, pero en el caso del negativo estas respuestas quedan retenidas, de tal manera influyen  permanentemente. Esta sobrecarga, es el elemento que hace que el estrés  se transforme de la sal de la vida, en el beso de la muerte.
En síntesis, una cierta cantidad de estrés es necesario para romper con la rutina de la vida y hacerla más interesante; ¿pero cuánto?  Quizás la frase que compara la cantidad de estrés con las cuerdas de un violín sea la más adecuada: “…demasiado flojas y la música sonará mal,… demasiado ajustadas o tensas podrán romperse”.

Respuestas físicas al estrés.
El cuerpo reacciona ante el estrés por ajustes y adaptaciones de cambios en la fisiología del cuerpo.
Se han descripto dos tipos de respuestas al estrés, una aguda y otra crónica.
La respuesta aguda: o también llamada “reacción de lucha o de huida”, se manifiesta cuando el individuo enfrenta un peligro grave inminente.
Química del fenómeno: supongamos que nos enfrentamos a una persona que nos amenaza con un elemento contundente; a partir de allí, debemos entender una cascada de reacciones (comprendamos a la competencia de natación, como una amenaza a nuestras posibilidades de salir airosos de la misma), el cerebro del deportista envía un mensaje bioquímico por medio de un neurotransmisor que provoca la liberación de catecolaminas: hormonas tales como la adrenalina y noradrenalina, para notificarle que rápidamente deberá ponerse en acción.
Estas catecolaminas provocarán una descarga inmediata de grasas y azúcares, que se volcarán inmediatamente  en su sangre para proveerle una rápida inyección de de energía.
Aumentarán su respiración anticipándose al aumento del requerimiento de oxígeno, y para el transporte del mismo extra, incrementarán su presión arterial y su frecuencia cardíaca.
Las estructuras no implicadas en esta emergencia, disminuirán su actividad, para que una mayor cantidad de sangre pueda ser utilizada por los músculos y extremidades.
Terminada la lucha con el agresor, o terminada la competencia, el organismo retorna a la normalidad paulatinamente. Como se puede apreciar, la respuesta aguda es una reacción natural y necesaria del organismo, que ha permitido la supervivencia de nuestros antepasados en un medio que les era físicamente hostil.
Ahora bien, pocas veces nos encontramos en situaciones límites de peligro, pero sí de estrés permanente diario y cotidiano. El organismo reacciona de la misma manera que el caso  agudo.
La diferencia está en la reacción excesiva, inapropiada y reiterada con mucha mayor frecuencia en el transcurso del día que la que sufrían nuestros antepasados primitivos. Lo que para aquel era una reacción de supervivencia, se ha transformado en la actualidad en autodestructiva.
La descarga excesiva y reiterada de catecolaminas daña los tejidos del organismo.

“Durmiendo con el enemigo”.
Selye, un investigador de origen húngaro en 1940, descubrió que existe otro tipo de respuesta emocional al estrés llamado crónico o estado de vigilancia.
A los fines de comprender el proceso químico que se desencadena, se llevó el siguiente experimento: se colocan en una jaula, separados por barrotes, a un gato y a un ratón. Ninguno de los dos, pueden aproximarse el uno al otro. Sin embargo, el ratón  no está tranquilo, acurrucado por horas, sin dormir en un rincón, sin probar alimento alguno aunque lo tenga a su alcance – está vigilante y atemorizado -.
Su organismo responde al peligro constante mediante una estimulación de la nerohipófisis, que segrega cortisol. Esta sustancia además de actuar en forma directa  sobre el organismo, estimula la secreción de otras sustancias llamadas corticoides que se producen en las glándulas suprarrenales. Además esta glándula, es la responsable de la producción de las catecolaminas antes mencionadas.
Los corticoides y catecolaminas producen: aumento de la presión arterial, aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la coagulabilidad de la sangre, aumento de colesterol sanguíneo, que a la larga favorecen al desarrollo de ciertas enfermedades.
La tensión psíquica que producen ciertas ocupaciones o modos de vida en numerosas personas, tiene el mismo efecto que el estado de vigilancia del ratón. Esto puede llevar a una sensación de atrapamiento, fracaso, pérdida de control y de autoestima.

Cómo cortar los círculos viciosos del estrés y sus consecuencias.  
Hemos mencionado que cierta tensión en la vida es necesaria y deseable, que sin ella, en hombre no tendría empuje ni iniciativas. Por lo tanto, debemos afinar las cuerdas de nuestro violín para que la melodía sea apropiada, para nuestro tipo de vida.
Las modificaciones de los procesos nerviosos y hormonales producidas por el estrés, junto con sus consecuencias, pueden ser controladas o moderadas por mecanismos básicos:
. Modificación de la conducta emocional.
. Control mental mediante procesos guiados por profesionales.

Consejos para cambiar la sintonía.
Los mecanismos sugeridos para reducir la consecuencia indeseable son:
Actuar, suprimiendo o reduciendo los hechos estresores que detonan  el proceso.
Ser realista de las expectativas, saber que se quiere, que se puede, y que ofrece el medio para lograrlo.
Muy bien, hasta aquí todo un detalle de antecedentes del aspecto estrés, lo cual nos indicarán algunas buenas estrategias a considerar a la hora de cerrar ese 1% fatal, que algunos asignan a una actuación no deseada en el deporte, cuando los otros considerandos de la planificación estuvieron controlados.
Los antecedentes demostrados, asignan una importancia alta, al efecto de la presencia del estrés como consecuencia de la situación presentada. La competencia importante genera estrés, como así también la inminente llegada de la fecha de un examen complicado.
La competencia importante, es un examen de máxima importancia, y es deber como entrenadores, conocer los mecanismos que se desencadenan en los deportistas que los llevan a no estar en control de la prueba, sobre todo, aquellos más jóvenes que del resultado de la misma, puede depender su continuidad en el deporte muchas veces.
Ellos ponen mucho empeño en entrenar y en competir, pero la falta de capacidad en controlar sus emociones, en muchas oportunidades, los llevan a equivocaciones.

Días previos a la competencia. Manifestaciones de la ansiedad en la competición.
La ansiedad precompetitiva es un estado negativo, que ocurre durante las 24 horas anteriores a una competición. La ansiedad precompetitiva resulta de un desequilibrio entre las capacidades percibidas y las demandas del ambiente deportivo. Cuando las demandas percibidas están equilibradas con las capacidades percibidas, se experimenta un estado óptimo de (alerta/vigilancia). La ansiedad precompetitiva resulta cuando la destreza y la habilidad del deportista no son percibidas como equivalentes a las del contrincante.

Hay cinco factores que intervienen en la ansiedad precompetitiva:
1. SÍNTOMAS FÍSICOS: molestias digestivas temblores, etc.
2. SENTIMIENTOS DE INCAPACIDAD: sensación de no estar preparado, de que algo está mal.
3. MIEDO AL FRACASO: a ser vencido, a retrasarse, a no cumplir con las expectativas.
4. AUSENCIA DE CONTROL: sentirse gafe, mala suerte.
5. CULPABILIDAD: dañar al oponente, jugar sucio, hacer trampas, etc.
Con respecto a los factores personales-situacionales, existen algunas situaciones características que contribuyen a convertir un estímulo en una situación de ansiedad; entre ellas se citan: los cambios en la situación habitual, información insuficiente o errónea, sobrecarga en los canales de procesamiento, importancia del evento, inminencia del estímulo, falta de habilidad para controlar la situación, autoestima, etc.
Con respecto a la percepción del rival, este apartado se podría relacionar con la ansiedad precompetitiva. Cuando un deportista sabe con el rival que va a competir, desde ese momento empieza su preocupación si sabe que es superior a él. No está relajado con lo que tendrá muchas preocupaciones que harán disminuir su rendimiento notablemente.
 Con respecto al público, la influencia de la presencia de otras personas puede influir sobre el rendimiento del sujeto. Los primeros trabajos datan de 1898 y fueron realizados por un psicólogo norteamericano llamado Triplett. Constituyen además la primera investigación de psicología social experimental. Este sector de estudio en primer lugar se llamó de la "facilitación social" porque los investigadores pensaban que la copresencia favorecía el rendimiento. Tripplet había demostrado efectivamente que un niño realizaba mejores rendimientos en presencia de espectadores pasivos que solo. La investigación ha seguido hasta nuestros días y, actualmente, la teoría desea que la presencia de otras personas eleve el número de respuestas dominantes. Esto tiene como consecuencia el hecho de que un sujeto obtiene mejores resultados si la tarea está bien dominada, o sea las respuestas dominantes son buenas respuestas, y menos buenos resultados si la tarea está mal controlada, o sea las respuestas dominantes son malas respuestas.
En el ámbito deportivo los espectadores no son pasivos. El equipo que juega en el exterior experimenta una fuerte presión por parte del público. El estrés experimentado por los jugadores será así elevado. Para paliar esta presión, se puso a punto una técnica hace ya más de veinte años: se trata de un entrenamiento modelado que consiste en reproducir durante el entrenamiento las condiciones del futuro partido, en realizar un modelo. Así para los jugadores esa situación de estrés que producía un estado de ansiedad poco a poco se podría ir venciendo hasta acostumbrarse hasta el punto de no percibir la situación como estresante.
También ejemplifiquemos: así como un estudiante responsable ve llegar el día del examen de una materia a la que le puso mucho empeño en estudiar, el nadador, así también lo hace.
Ambos desencadenan una serie de acontecimientos biológicos y psicológicos que pueden afectar de manera positiva o negativa sus rendimientos.
Las sustancias que secretan ciertas glándulas – suprarrenales -, deben ser consideradas como aliadas o enemigas, y es por ello que el deportista debe conocer perfectamente el desempeño de las mismas, a los fines de “estar en control, y manejar la situación”
El nivel de estrés que se va elevando a medida que se aproxima este examen, es progresivo. El propósito y la estrategia, será mantenerse en control para que esta progresión no se potencie en demasía. Pero la mágica frase “no te pongas nervioso”, es solo eso, mágica pero no real y adecuada.
En un intento de comprender este fenómeno que afecta a numerosos deportistas, inclusive a individuos de un deporte de conjunto, deseo establecer dos aspectos que han sido considerados por expertos de la fisiología mundial.

Explicación 1.
Los niveles excesivos de sustancias ofrecidas al organismo por las glándulas mencionadas, ingresan en el torrente sanguíneo, en el músculo y en las reservas hepáticas, atacando progresivamente las mismas, vaciando de energía al deportista.
Cuantas veces hemos escuchado esta historia: “entrenador, pasé los 50 metros y no me quedó nada para volver”. El pase había sido el planificado, ¿porqué no pudo volver como debía?
Ante la pregunta de cómo había dormido la noche anterior, es frecuente escuchar “… hace dos noches que no puedo dormir bien”. Eso significa que nuestra estrategia competitiva tuvo un error de concepción, ya que la misma tiene diversas aristas, más que la meramente desarrollada en el recorrido de la piscina.
El estrés descontrolado durante la noche anterior, hizo que sustancias químicas aniquilaran reservas de glucógeno acumuladas convenientemente en el período de puesta a punto. Todo un error.

Explicación 2.
Dr. Juan Carlos Mazza (Arg.), a cargo del Programa Científico del Comité Olímpico Colombiano). 
El efecto de las descargas adrenérgicas precompetitivas tienen dos efectos:
 - Orgánico-bioquímico: pueden (no siempre) afectar las reservas de glucógeno y glucosa.
 - Orgánico-psicológico: mucha tensión nerviosa, por la descarga, rigidez muscular con mal descanso, rigidez biomecánica, y además consumo de los neurotransmisores del Sistema Autónomo Simpático (los "neurotransmisores positivos"). Para mayor información ver “Neurotransmisores, Biomoduladores cerebrales y comportamiento”,  y Sistema Nervioso Autónomo”, en la web.).

Aprendiendo a controlarnos.
El conocimiento de este procedimiento que lleva a actuaciones no deseadas de nuestros deportistas,  nos hace replantear los procedimientos de educación deportiva. Recordemos que un proceso de educación, se logra cuando logramos modificar ciertas conductas.
El no control de esta situación por parte del deportista, y la no planificación por parte del entrenador previamente, es una conducta a modificar por nosotros, y para ello, en la medida que avanza el proceso de importancia competitivo, desplegaremos las armas necesarias para disponer de mecanismos de control (metodología del desarrollo: entrenar para aprender, aprender a entrenar, entrenar para ganar). No hacerlo, es condenar a nuestros nadadores a no contar con todos los recursos disponibles para la agonística.

Pasos a seguir para enseñar “el control”. Control respiratorio/pantalla mental/música.
Hable y explique a su nadador sobre esta situación; ellos entenderán perfectamente, porque han tenido vivencias al respecto.
Explique porqué no pueden dormir  correctamente la noche anterior y otras, y lo que genera eso en su organismo.
RESPIRACIÓN. Enseñe a respirar 2 a 4 veces por minuto. El ser humano mayor a 12 años, posee una frecuencia de 16 a 20 respiraciones por minuto. Comience a introducirlo en un nuevo programa de frecuencia, donde acceda a vaciar sus pulmones durante 7 segundos, y a inhalar durante 7 a 8 segundos.
Así durante un minuto, podrá conseguir 4 respiraciones completas. Seguramente al principio sentirán incomodidades y de falta de aire, pero con la práctica diaria en sus hogares, conseguirán el ritmo deseado.
Lo que logramos de esta manera, es bajar los niveles de tensión presente, que junto al próximo procedimiento cerraremos el círculo deseado. Recuerden cuantas veces se nos ha propuesto, que ante una situación de estrés extremo, se nos solicitaba respirar profundo varias veces, y con ello conseguíamos una calma mágica.


RELAJACIÓN MUSCULAR.
Mediante técnicas que Ud. debe conocer, proceda a continuación a desarrollar este proceso de relajación muscular, asociada a la respiración.
PANTALLA MENTAL.
Explique mientras el deportista está acostado en posición cómoda, que construya una pantalla mental, donde pueda insertar una imagen de placer. Esta puede ser un color especial, un paisaje de montaña, de mar, etc.
Esta no debe tener movimientos bruscos, ni colores estridentes, ya que el propósito es ingresar de forma imaginaria al cerebro, imágenes de calma y placer.
La actividad eléctrica propia del cerebro, corroborada por un equipo de electroencefalograma, está presente de manera constante. Esta actividad es la que hay que bajar en sus intensidades, que nos impiden poder  relajarnos y estar en control. Es muy posible que durante mucho tiempo, cuando el deportista intente ponerse en pantalla, y permanecer en ella, las interferencias eléctricas del cerebro lo saquen de su enfoque permanentemente. El entrenamiento, consiste en la práctica de permanecer en esa pantalla de placer y relajación, el mayor tiempo posible sin distracciones.
Con ello se consigue los que grandes deportistas expresan su satisfacción de lograr enfocarse para descansar, enfocarse para competir, estar en control. Su entrenamiento es muy complejo, pero los logros y beneficios, imperdibles.
Sin el dominio de este evento de control, todo se puede perder, todo entrenamiento se puede malograr.
La inclusión de música de relajación, es aconsejable en este proceso de respiración-relajación, pantalla y música.
Su utilización. Su deportista puede utilizarlo para descansar convenientemente todas las noches, y evitar estar o mantenerse despierto por horas hasta que concilie el sueño. También se puede utilizar unos 20 minutos por la tarde a los fines de un corto descanso.
Efecto de volver: es posible que una vez logrado con el entrenamiento de este proceso, al ejecutante le cueste volver al estado de vigilia; para ello debe contar en números decrecientes de 5 a 1, y programarse a despertar.
También es posible que en esos 20 minutos, no llegue a relajarse y se duerma, pero  el propósito es no dormirse. 


Conclusiones
El estado de ansiedad puede ser desencadenado por algún suceso que origine estrés en el competidor. A menudo se siente ansiedad ante situaciones de estrés.
Las sensaciones de ansiedad son producidas por la adrenalina. La adrenalina es una sustancia natural.
 La reacción de la adrenalina es aprendida; por consiguiente, se puede enseñar a nuestros cuerpos a producir menos adrenalina.
La ansiedad tiene un lado mental y otro lado físico; y ésta, establece un círculo vicioso.
El estado de ansiedad produce síntomas físicos y entender como se producen esos síntomas te hacen superarlo con más facilidad. Casi todos los síntomas son producidos por tener demasiada adrenalina en el torrente sanguíneo.
La tensión muscular es a menudo la razón física por la que te sientes mal.

Más allá de la existencia de esta información, y la cual es correctamente conducida por profesionales de las ciencias psicológicas, yo lo he comprobado positivamente en aquellos nadadores que practican técnicas de relajación y control mental.
Los he observado a la hora de su descanso, a la hora de la competencia estar en perfecto control tanto psicológico como fisiológico (pulso casi cercano al reposo).
Con respecto a estar en un pulso muy cercano al de reposo, tampoco es bueno a la hora de la competencia. Ud. deberá desencadenar en el deportista, el mecanismo para que libere ese shock de azúcar  deseado. Como un gran entrenador comentó una vez “… dele un shock de combustible premium, antes de competir”.
En el combate al miedo escénico en grandes competencias, éste es una de las armas más poderosas que existen, pero, no es tan mágica en resultados perentorios. Es un proceso que puede llevar meses entrenarlo, y encontrar sus beneficios.
Por último, a los fines d encontrar caminos a nuevas posibilidades para sus deportistas, puede usar la web y buscar www.gestiopolis.com/administración-estrategia/aprender-a-controlar-el-estres.htm
En este sitio encontrará el Sistema Silva muy conocido, y lo podrá descargar gratuitamente. Puede haber otros métodos a los fines propuestos por este artículo.

Referencias.
Estrés y salud, enciclopedia de la salud Nº 1, Fundación Favaloro.
Lic. Sergio Aragón Arjona, España. “La Ansiedad en el Deporte”. Efdeporte.com
Alonso Gaeta Reynaldo. Metodología de la investigación.
Estr@tegia Magazine. Gestiopolis.com 
Dr. Juan Carlos Mazza – Ex Director del Programa Científico del Comité Olímpico Colombiano.





 
     

sábado, 2 de julio de 2011

Algo no estamos haciendo bien.

Si, mis estimados amigos/as, “algo no estamos haciendo bien”, como para poder observar otro tipo de natación en nuestro país.
Ordeno mis experiencias reales en este deporte desde mis comienzos en los 70´ y les comento:
…Pensar que en la década de los 70´, se trabajaba para ganarle a Brasil, se perdió en el último relevo por descalificación 1978; en los 80´ganarle algunas categorías y se lograba; en 1988 se perdió por tres puntos en la categoría mayores; en los 90 se les ganaba en algunas categorías, en la década del 2000 ya empezamos a pensar en mantener el segundo puesto, y en el 2010, nos atrincheramos en no perder el tercer puesto… “Algo no estamos haciendo bien”
No es mi intención instituirme como en algo parecido a una musa inspiradora, o un referente obligado donde deban acudir a saciar sus ansias de información, simplemente, ”tengo ganas de escribir” de lo que voy viviendo en estas décadas y, lo que aquellos que están al borde una piscina en los eventos, comentan a viva voz o en la oreja de algún que otro colega.
Todos esgrimimos causalidades por lo que estamos observando y viviendo, la mayoría  ajenas a nosotros “los técnicos”. Es cierto, pero también debiéramos asumir la parte que nos corresponde en cuanto a que somos los responsables primarios y directos de la construcción de nadadores.
También pensar que construir nadadores sin un correlato en cuanto a un programa sustentable en todos sus aspectos, es una utopía, y los resultados están a la vista también.
Estuve unas horas en el torneo H. Barrios en Paraná, y no menos de 10 entrenadores me abrumaron con sus quejas; algunas buenas otras,… ni mencionarlas, pero las quejas de siempre.
Que el agua, que hace frío, que la humedad, que no hay donde poner los nadadores, que hay pocos nadadores, que hay que traer a los infantiles…. etc. Creo que aún muchos no se han dado cuenta de donde están viviendo, y los años oscuros transcurridos, y que recién se están dando algunos pasos, inciertos aún, pero pasos al fin para empezar a caminar.
Revertir 30 a 40 años de una pobre política deportiva que tiene extensas implicancias, desde lo económico, profesional, estructural, organizativo, etc.,  desde nuestro deporte en cuestión, es una tarea que demandará algo más que tiempo y dineros. 
Pensar en construir nadadores – no menos de 8 años – sin tener la tranquilidad de un aval de una Institución con cierta fortaleza, de un sueldo acorde y motivador, de un gimnasio equipado, y una piscina donde la práctica resulte motivante,  también parece un pensamiento mágico.
Quizás siempre se entrenó en estas condiciones descriptas. Los otros países del cono sur no estaban tan lanzados, y por lo tanto las diferencias eran menos notorias, y hasta nos dábamos “aires de ser poderosos”.
Pero a partir de que estos países tomaron otra dimensión en cuanto a la concepción del deporte, mejoraron sus propuestas, mejoraron sus estructuras y condiciones de entrenamientos, se capacitaron todos los estratos del deporte - incluidos los técnicos- nuestras debilidades afloraron, y hoy, como hace un tiempo, somos un muro de lamentos, … y es lo que hay.
Por suerte algunas cosas han empezado a cambiar, pero esto llevará algún tiempo todavía. La creación del ENARD, una Cadda más profesional, son los primeros  e indiscutibles pasos a dar y seguir. Los planes a largo plazo, la sustentabilidad de los procesos, la mejora dentro de las instituciones primarias, la mejora de la infraestructura de desarrollo, etc., son las materias pendientes.
Pero, cargar las culpas en el resto y no asumir las propias, es quizás el acto más deshonesto en nuestras conductas como técnicos, y creo indispensable poder plasmar algunos criterios, a mi entender, para comprender los “ ACTUALES RESULTADOS” .
No se si será el desvelo de muchos o pocos, observar como nuestra natación desde el punto de vista técnico/competitivo no esboza un salto tanto cualitativo como cuantitativo, merced a una valoración comparada con el nivel internacional (hablemos del cono sur).
Los pocos minutos observados en este evento nacional de menores y cadetes en Paraná, solo bastaron para  dimensionar en forma general carencias técnicas alarmantes, que hacen a la pregunta ¿porqué estamos como estamos?.
Detallar lo observado, solo me lleva a conclusiones muy personales y puntuales, donde la bibliografía y gran parte de la biblioteca existente en el mundo, con respecto a la metodología de la construcción del nadador, está ausente en un gran número de formadores.
Historia.
Quiero remontarme a mis comienzos  como entrenador de esta disciplina, allá por la década de los 70´, ya que es mi referencia personal más cercana.
¿Cuáles eran nuestros hitos para poder instruirnos como entrenadores?:
a.       Capacitarnos como docentes, orientados a la formación/ competencia de deportistas.
b.      Formarnos como desarrolladores de los diferentes estadios metabólicos en las diferentes edades.
c.       Formarnos como líderes de grupos de edades, a los fines de poder hacer comprender este deporte tanto a padres, nadadores y dirigentes.
d.      Todo ello tenía un motivo, el amor por este deporte, el fuego interno y una adrenalina especial por la agonística, y observar superarse a nuestros deportistas, la posibilidad de acceder  a ser entrenador de una selección local y/o nacional… de dinero  poco o nada se hablaba. Pero bueno, eran otras épocas que poco tiene que ver con estas que estamos transitando.
Estos aspectos, y quizás otros más, fueron los ítems que marcaron nuestro cenit en aquellos momentos, como podrían hacerlo en la actualidad. Pero con respecto a las herramientas que posibilitaran nuestro crecimiento, nada o muy poco existía por esos momentos como para echar mano a la información o a la asistencia, y poder asirnos de ella para crecer. Todo era más complicado, difícil y penoso
Nuestra educación y desarrollo/crecimiento como entrenadores por esos momentos, era totalmente “asistemática y descontrolada”. Quizás podía existir algo en Buenos Aires como un curso de entrenadores aislado, pero, casi diría sin temor a equivocarme, que era impensada esa posibilidad.
¿Quiénes nos asistían?
1.       Algún entrenador amigo y de mayor edad que nosotros, que nos tomaban como alumnos situacionales, o nos apadrinaban por la “buena onda”. Debo mencionar a mis dos maestros en mis inicios, Don Pedro Giordano y el “gran”  Boris Schlaiffer.
2.        Un libro  o dos quizás con validez en ese momento y con mucho fundamento, como  Natación Ciencia y Técnica de J. Counsilmam , y  Natación del australiano  Forbes Carlile.
3.       Algún apunte aislado que caía en nuestras manos, escrito en otro idioma.
4.       La posibilidad de  hacer algún curso en el exterior, … solo algunos que podían tener esta extraña posibilidad.
Si amigos, todo era tremendamente limitado y precario para nuestra formación como entrenadores.
Hoy mucho ha cambiado desde aquellos momentos, donde nuestro único acto referencial era el sistema “ensayo-error”.
En esa dinámica crecimos, en esa dinámica nos equivocábamos y acertábamos, pero algo había en aquellos viejos maestros de uno: sus nadadores nadaban lindo, y tenían mucho criterio para entrenar… con lo poco que había
“Creo que existía una verdadera vocación por enseñar a nadar correctamente,  y un respeto por los volúmenes e intensidades involucrados en las diferentes edades”.
Hoy no hay perdón para aquellos que poseen nadadores que no respetan principios básicos del desarrollo gestual correcto. Menciono un gran slogan de Counsilman en su obra maestra:
“Un nadador, un entrenador, un instructor que desee solamente conocer el COMO, y no el PORQUE y CUANDO de los movimientos en la natación, estarán faltos de curiosidad intelectual, y en el mejor de los casos solo pueden atinar a impartir una instrucción mediocre o adquirir una mecánica muy defectuosa”.   
No hace mucho en una charla informal, mencioné a este entrenador/escritor americano, y su obra, en presencia de algunos entrenadores, y me llevé la desagradable sorpresa que “no lo conocían o no lo habían leído”. Por lo tanto no es extraño pensar que sus metodologías en la construcción de su formación como entrenadores, no es la correcta, y la visión que poseen de la actual natación por consiguiente están alejados de la  mirada universal.
Cursos de entrenadores, libros por doquier, artículos, videos por internet, atc.,  abundan hasta el cansancio,… por lo tanto, no hay derecho a que muchos de  nuestros nadadores “naden mal y su construcción metabólica diste de lo aconsejado”.
Otro aspecto a considerar, es la estructura de construcción de deportistas en  los niveles de capacitación dentro de una Institución. Estas estructuras donde la “escuelita” es de vital importancia, muchas veces carecen de profesionales adecuados en la tarea de los estilos.
El segundo estamento, es el grupo inicial ya orientado hacia la carrera deportiva, y también allí carecemos en muchos de los clubes  de profesionales que estén a la altura de las circunstancias, ya que este estrato está sustentado en el conocimiento profundo del docente a cargo, de los principios del entrenamiento técnico y punto de iniciación en el entrenamiento fisiológico.
Por lo tanto, toda esta ingeniería  en la mecánica de movimientos que  se debe realizar en estos dos escalones, muchas veces dista de lo deseado por los entrenadores líderes o jefes, y son ellos lo que deben realizar todo el trabajo técnico, en un momento inadecuado de la proyección del deportista.
Hay algo que considerar en todo momento de la construcción de un deportista, y por sobre todo en los dos primeros estadios mencionados, LOS PRINCIPOS.
Los principios son pautas, normas a seguir, conceptos generales que siempre y en todo momento hay que tener en cuenta y aplicar a la hora de realizar un trabajo técnico o físico específico.
Los principios tienen sustentos biológicos, pedagógicos y afectivos emocionales.
Estos principios reflejan con fidelidad las características regulares y objetivas del proceso del entrenamiento, y se convierten en el camino y las condiciones primordiales para lograr los objetivos planteados.
El proceso de desarrollo del entrenamiento deportivo se basa en fundamentos científicos, de modo que no es posible incrementar las capacidades del deportista sin considerar Principios Básicos, es decir las leyes generales sobre la planificación y ejecución del entrenamiento por las que se rige sistemáticamente el proceso de desarrollo de condición física deportiva.
Los principios del entrenamiento deportivo se relacionan entre sí, constituyendo un sistema que debe ser entendido y considerado en su totalidad, formando así una guía para la planificación y concreción de los procesos de entrenamiento deportivo.
Hoy no podemos enseñar simplemente conociendo una determinada metodología que nos posibilita acceder a un estilo de nado, salida o giro.
Esa metodología simplemente ofrece las herramientas o camino para manifestar una ejecución técnica, pero, si no está fundada en PRINCIPIOS TECNICOS, DIDACTICOS, BIOLOGICOS, REGLAMENTARIOS, Y MECANICOS, es posible que nuestros deportistas “naden algo que se parece al ideal estilístico deseado”.
Toda construcción estilística ideal, merece un armado consistente y altamente profesional. Ahora bien, ¿es necesario que nuestros asistentes sean “altamente profesionales”? ¿,… debieran no?, pero por lo menos, debieran estar a la altura de los acontecimientos.
El ideal estilístico no puede tener referenciales diferentes, es decir, el concepto del profesor de escuela, el concepto del formador técnico, y la del entrenador jefe del equipo, no pueden estar disociados.
La expresión  ”bajada de línea”, que proviene del responsable UNICO – el head coach – hacia los estratos profesionales inferiores en lo que respecta a la formación gestual de cada uno de los estilos/giros y salidas, debe ser predominante en la filosofía del staff técnico.
De no ser establecida esta posibilidad, es muy posible que la educación técnica del nadador tenga muchas interferencias e inconsistencias, producto de los diferentes  ”idiomas” que se hablan en cada estadío formativo. Estos diferentes lenguajes en lo técnico, a la hora de la construcción fisiológica, establecerán obstáculos insalvables en cuanto a un sostenimiento sólido de patrones motrices, respeto por principios de ejecución gestual – longitud y frecuencias de brazadas -, coordinaciones finas y otros aspectos negativos, que demandarán esfuerzos extremos e innecesarios para poder lograr metas fisiológicas.
El episodio de trasladarse en un medio que es 1000 veces más denso que el aire, ya demanda un costo energético extremadamente importante. Si a ello le sumamos una técnica defectuosa que atenta al normal deslizamiento del cuerpo en el medio – según Ernest Maglischo “rompimiento del flujo laminar convirtiéndolo en flujo turbulento”- aumentará notablemente el costo, ya sea, en el desarrollo de las series de nado, como en la prestación competitiva.
A mi modo de ver, y compartida por no muchos colegas, hay dos vertientes a considerar en esta visión negativa de la construcción de un deportista:
1.       Aquellos profesionales que nunca han entendido “de que se trata esto”, y priorizan algunos aspectos físicos/fisiológicos, por encima de momentum técnico, favorecidos e impulsados por una demanda de figuración social tanto intrínseca como extrínseca. Los eventos nacionales de categorías de edades son una buena oportunidad para expresarse en este aspecto.
2.       Aquellos profesionales, que carecen del sustento del conocimiento y de la filosofía que condiciona indefectiblemente la ecuación de gradualismo de las cargas en volúmenes e intensidades  del entrenamiento, dando origen al tristemente concepto entrenamiento de adultos en cuerpos de niños”.
Debo dejar establecido, y para que no se llegue a interpretar que estoy en desacuerdo con la realización de eventos de niños a nivel nacional. Todo lo contrario, “la competencia es el corazón del proceso”, pero las venas y arterias que alimentan a este, deben ser las adecuadas, y los procesos asimilados a las edades sensibles. 
Ahora bien, todos estamos en conocimiento de cuales son las áreas fisiológicas que son posibles de entrenar, pero vemos muchas veces con real desconcierto, que existe un desconocimiento el algunos, del momento apropiado para estimularlas.
Para aquellos que se están iniciando en el entrenamiento la bibliografía  generaliza en más o menos las zonas, pero estas están determinadas generalmente en:
ZONA 0  o de recuperación
ZONA 1 Aeróbica
ZONA 2 Umbral anaeróbico
ZONA 3 VO2
ZONA 4  Tolerancia láctica
ZONA 5   Velocidad
En mayor o menor medida, el desarrollo fisiológico de un deportista transita por estos estadíos, - aunque hay otras clasificaciones- y la combinación de los mismos dentro de un microciclo semanal de entrenamiento, sería oportuno expresarlo en otro momento.
Lo que si es importante informar, es que estas zonas de prestación energética, se ven favorecidas en su desarrollo en determinadas edades, más que en otras.
Otro aspecto a considerar, es que en numerosas oportunidades no hay un correlato directo entre edades y crecimiento biológico. Este aspecto morfofuncional está destacado por los investigadores como “crecimiento anasincrónico”, y es el momento por el cual los nadadores producen un amesetamiento en la producción, y está ubicado entre los 12 a los 16 años. Es lógico que hay muchas excepciones en estas edades, y marcas cronométricas buenas suceden también.
En otro grupo de deportistas, son los momentos que hay considerar que existe una crisis natural producto del crecimiento, y se debiera evitar un entrenamiento desmedido a los fines de retornar a marcas cronométricas anteriores.
Para ello es imprescindible conocer que existen momentos de “oportunidades”, denominadas EDADES SENSIBLES.
El organismo humano, sufre múltiples trasformaciones en el transcurso de la vida, siendo estos cambios más marcados entre la niñez y la adolescencia, período en el cual ocurren los procesos de crecimiento y desarrollo físicos, cuya manifestación última no depende únicamente de la herencia, sino de la interacción de cada individuo con el medio ambiente que le rodea, situación a la que no escapan los niños y jóvenes practicantes deportistas.
Dentro de estas fases, pueden distinguirse ciertas etapas limitadas, las cuales reciben el nombre de períodos críticos, donde el organismo es receptivo a ciertas características del ambiente durante períodos muy breves y limitados con precisión en el tiempo. Antes y después de ese período, el organismo es insensible a esos hechos y no reacciona a ellos; reacción que podría ser un aprendizaje, o un nexo afectivo muy intenso o la modificación funcional de las células nerviosas sensitivas. Este fenómeno suele entenderse, no como una etapa rigurosamente determinada del desarrollo individual (la edad infantil, adolescente o joven), sino como el periodo caracterizado por la mayor sensibilidad a la acción de los factores tanto favorables como desfavorables del medio exterior. En otras palabras, son los periodos en donde la fusión de los factores genéticos y ambientales es la más completa y, por tanto, el aprendizaje de ciertas destrezas físicas podría verse favorecido.
Las investigaciones realizadas al respecto han permitido identificar, aún sin límites claros, ciertos períodos dentro del proceso de madurez de los individuos, donde el aprendizaje y perfeccionamiento de ciertas valencias físicas parece estar favorecido. Esta teoría se conoce con el nombre de “fases sensibles” para el entrenamiento, lo cual combina la idea de la optimización de las valencias físicas, considerando la edad biológica del individuo. Aún cuando no existe consenso teórico al respecto, los autores coinciden en señalar que, en las llamadas fases sensibles,  el organismo desarrolla una especie de sensibilidad particular para  adquirir con rapidez modelos específicos de comportamiento o bien estar favorablemente dispuesto hacia el aprendizaje de determinadas experiencias, siendo este un momento absolutamente individual.
No obstante, debido al desconocimiento que existe entre la mayor parte de los entrenadores acerca de los patrones que siguen el crecimiento y desarrollo del organismo en la transición de la niñez a la adultez, así como el carácter generalizante del entrenamiento a edades específicas, se hace casi cuesta arriba identificar asertivamente los períodos donde el niño o joven deportista puede obtener sus mejores resultados, exponiéndolos a lesiones causadas por sobrecargas e incluso, el acortamiento de su carrera deportiva, debido a que no alcanzan los resultados esperados. Si a esto añadimos que en la actualidad estamos ante una especialización a edades cada vez más tempranas en muchas disciplinas deportivas como la gimnasia, natación, patinaje, tenis y los saltos ornamentales, entre otros, el panorama no resulta muy alentador, toda vez que el ignorar las leyes biológicas que regulan el desarrollo físico y las repuestas del organismo al entrenamiento en diferentes fases de la vida, trae consigo el retiro prematuro de muchos de los llamados “jóvenes” talentos.
Pese a todas las controversias generadas en torno a las hipótesis de las fases sensibles, algunos especialistas coinciden en señalar que la fase ideal de aprendizaje en niñas se podría ubicar entre los 8 y 11 años y su periodo crítico (más sensible) alrededor de los 12 y 13 años. Por su parte, los niños tienen su fase más favorable entre los 12 y 13 años, mientras su periodo crítico más evidente se encuentra en torno a los 13-15 años. Por ejemplo, la capacidad de aprendizaje de las habilidades motrices y de las técnicas deportivas experimenta una primera fase sensible al final de la edad escolar temprana, que se intensifica en la edad escolar avanzada. Asimismo se prevé una segunda fase al empezar la adolescencia, presentándose, entre los 13 y 14 años en las chicas y a los 15 años en los chicos, la etapa de máximo desarrollo de las habilidades, siendo las principales  responsables de las diferencias interindividuales la maduración biológica y la experiencia motora.

El Portal de Educación Física nos ilustra en este tema de LAS FASES O PERÍODOS SENSIBLES

       "Períodos donde hay una entrenabilidad muy favorable para una capacidad motora." (R. Winter).
"Fases donde hay una sensibilidad particular hacia determinado estímulo externo, de acuerdo con los períodos de ontogénisis individual." (D. Martin)
"Períodos de la vida en los cuales se adquieren muy rápidamente modelos específicos de comportamiento, vinculados con el ambiente, y en los cuales se evidencia una elevada sensibilidad del organismo hacia determinadas experiencias." (J. Baur).
"Períodos del desarrollo durante los cuales los seres humanos reaccionan de modo más intenso que en otros períodos ante determinados estímulos externos, dando lugar a los correspondientes efectos." (R. Winter)
La situación actual del conocimiento sobre las hipótesis de las fases sensibles determina que aún son discutidas y controvertidas, pero aceptamos que el esbozo y la aplicación de las mismas ha tenido una experiencia práctica muy importante en el ámbito del entrenamiento infantil.
Sobre esta base se intenta esbozar una línea de orientación pedagógica y metodológica, sobre un conocimiento más exacto del desarrollo de las distintas variables biológicas, fisiológicas y antropométricas del niño.
En la elección de los períodos sensibles debemos tener en cuenta el fenómeno de la maduración biológica con sus precocidades y sus retrasos. Todo esto se opone a fijar rígidamente las fases sensibles y a la formación de grupos de trabajos basados en la edad cronológica.
Metodológicamente debe interpretarse la existencia de períodos favorables para el desarrollo de alguna capacidad motora junto con el concepto de que también hay períodos sensibles a errores o carencias.
Destacando que para el máximo aprovechamiento de las fases sensibles es necesario prepararlas a largo plazo, utilizando modelos cronológicos adecuados y recordando que no habrá niveles de maduración facilitados si no existen las bases estructurales y funcionales adecuadas.
Por esta razón muchos autores hablan de la "Ley del tren perdido", para referirse a que el tiempo no aprovechado en un período sensible, de una capacidad motora, no siempre se recupera y que "perdido un tren" no podemos tomarnos el siguiente, esperando el mismo efecto adaptativo.
La noción de período sensible significa que le organismo es receptivo a ciertas características del ambiente durante períodos muy breves y limitados con precisión en el tiempo. Antes y después de ese período, el organismo es insensible a esos hechos y no reacciona a ellos; reacción que podría ser un aprendizaje, o un nexo afectivo muy intenso o las modificación funcional de las células nerviosas sensitivas”.

En otras palabras, "si en un momento preciso del desarrollo del individuo no intervienen ciertos hechos particulares, en él se produce un déficit más o menos importante o irreversible." (M. Durand).
"El elemento más importante en la ontogénesis precoz es el aumento de las ramificaciones dendríticas y axonales y la proliferación de sinápsis en el plano del SNC." (J.P. Cangeux) Esa multiplicación, crea potencialidades nuevas para el organismo y precede la aparición de nuevas conductas. Si la conexión sináptica no es activada (hipoestimulación), esa sinápsis degenera y deja de ser funcional; en cambio si esta sinápsis es suficientemente activa pasa a una condición de estabilidad manteniendo su funcionalidad.
"Si el medio hace sus solicitudes prematuramente al sistema, las sinápsis aún no se encuentran establecidas y no pueden crearse por efecto del ejercicio, si el ambiente plantea sus exigencias al sistema demasiado tarde, las sinápsis ya habrán degenerado. según este criterio aprender es estabilizar o eliminar selectivamente ciertas sinápsis." (J.P. Cangeux).
"Un aprendizaje sólo puede realizarse cuando el niño está listo, es decir, cuando posee y domina los prerrequisitos de ese aprendizaje y la capacidad de reorganizarlos." (M. Durand).
Esto desemboca en la idea de que es inútil, ineficaz e incluso peligroso encerrar demasiado pronto al niño en aprendizajes específicos.

Otro aporte más.

¿Qué son las fases sensibles?
En la formación de un deportista existen ciertas fases durante las cuales el organismo está más  receptivo y tiene ritmos de desarrollos que son distintos para las diferentes adquisiciones tales como; la velocidad, fuerza, resistencia, flexibilidad y técnica.
El mejoramiento progresivo del rendimiento  físico es un objetivo que tiene el deportista al desarrollar un rendimiento en las diferentes etapas de su vida deportiva.

¿Qué ocurre si son inadecuadas para su edad?
. Falta de motivación.
. Un abandono temprano del deporte.
. Lesiones crónicas.
. Limitaciones en la obtención de un máximo rendimiento deportivo.
. Alteraciones en los sistemas funcionales del organismo (en etapas posteriores donde se intensifica aún más el entrenamiento).

¿Qué deberíamos considerar en el momento de iniciar su desarrollo?
. Un alto rendimiento deportivo solamente se puede lograr mediante un proceso de entrenamiento construido en planificaciones a largo plazo en la cual cada etapa – infantil, juvenil y adulto -, se interrelacionan entre si, y su resultado dependerá de la transferencia que se logre entre ellas.
. Un entrenamiento sistemático de la resistencia aeróbica se debe iniciar en la edad puberal (posiblemente antes en algunos deportes), para lograr una capacidad máxima en edades posteriores.
. Aplicar cargas de entrenamientos de resistencia anaeróbica y de fuerza máxima solamente al comienzo de la pubertad. En sobrecargas elevadas se debe tener una preocupación mayor.
. Las capacidades coordinativas se deben empezar a estimular en las edades infantiles, en su mayor número en actividades de juegos y movimientos naturales. La adquisición de las capacidades coordinativas en los diferentes deportes se basará sobre las diferentes capacidades ya adquiridas en las edades precedentes.
. Incluir la flexibilidad. A través de las etapas de formación en las clases de educación física como una capacidad especial y no como  un “relleno” de la entrada en calor. La flexibilidad es una capacidad que incide en el desarrollo de la fuerza, técnica, velocidad  y resistencia.
. El entrenamiento máximo de un deportista se obtendrá solo si ha alcanzado un equilibrio entre la madurez  biológica y competitiva.

En el entrenamiento deportivo no se debe dar el segundo y el tercer paso, sin antes haber dado el primero. Los pasos deben tener un orden regular y funcional.” Martin, 1982

FASE DE PROGRESO RÁPIDO EN LA CAPACIDAD DE APRENDIZAJE MOTOR (7 A 10 AÑOS).

a.       Aprendizaje motor.
a.1. Rápido aumento de la capacidad en e aprendizaje motor.
a.2. Gran motivación por lo que deba realizar a través del movimiento.
a.3. Los estímulos ambientales, ya sean libres o dirigidos, lo excitan a moverse.
a.4. Monotonía en la clase, puede traer indisciplina.
a.5. Gran interés por la actividad deportiva.
a.6. Combinación de capacidades motoras orientadas hacia lo deportivo – lanzar, recibir, etc.-
a.8. Escaso rendimiento en la competencia.
a.9. Fluctuación en la capacidad de concentración.

b.      Capacidades condicionales.
b1. El desarrollo de la fuerza es lento en los grupos  musculares poco exigidos.
b2. Existe diferencia de fuerza entre varones y niñas.
b3. La velocidad aumenta considerablemente.
b4. El tiempo de latencia se ve reducido, beneficiando la velocidad de reacción a los estímulos.
b5. Aumento considerable de la resistencia aeróbica. Se debe tener sumo cuidado con las distancias.
b6. Disminución de la flexibilidad.

c. Capacidades coordinativas.
       c1. Creciente aumento en la capacidad de percepción y proceso de la información.

DE LA MEJOR CAPACIDAD DE APRENDIZAJE MOTOR DURANTE LA NIÑEZ (10 A 13 AÑOS)

a.       Aprendizaje motor.
a.1. Necesidad acentuada de moverse.
a.2. Mayor desarrollo emocional, intelectual y volitivo.
a.3. Tendencia manifiesta hacia la actividad deportiva.
a.4. Las capacidades perceptivas alcanzan un nivel elevado de desarrollo.  

b.      Capacidades condicionales.
b.1. Existe una tendencia al aumento de  la fuerza máxima y a la potencia relacionada con la edad.
 b2. La resistencia y la fuerza resistencia se observan con parámetros de diferencias individuales.
 b3.  Posibilidades de lograr resultados significativos en el desarrollo de la resistencia.
 b4.  En cuanto a la velocidad, el período de latencia sigue disminuyendo, lo que favorece el desarrollo de esta.
 b5.  Mayor desarrollo de la potencia.

c.       Capacidades coordinativas.
c.1. Diferenciar el entrenamiento específico y diferenciado.
c.2. Intensificar el estímulo, específico, diferenciado de los canales diferenciados.


ALTERACION ESTRUCTURAL DE LAS CAPACIDADES Y DESTREZAS COORDINATIVAS (Primera fase puberal 11 a 15 años).

a.       Aprendizaje motor.
a.1. Comienzan a manifestarse conductas contradictorias con relación al interés deportivo.
a.2.   Tendencia a una disposición decreciente en las sesiones deportivas intensas.
a.3. Manifiestan una individualidad creciente en las conductas de rendimiento, de acuerdo a sus intereses.
a.4.   Reconstrucción de las capacidades y destrezas motoras.
a.5.   Secreción más acentuada de STH y la TST.
a.6.  Modificación acelerada del esquema corporal.
a.7.  Mayor autoconfianza y deseos de superación.
a.8.  Aumento considerable del peso.
a.9.  La coordinación en los deportes cíclicos puede verse alterada por el desarrollo.

b.      Capacidades condicionales.
b1. Aumento considerable de la fuerza máxima y potencia. Trabajarlo en forma multilateral.
b2. Muy favorable para el mejoramiento de la resistencia.
b3. La velocidad aumenta al principio y disminuye al final de la fase. Tener en cuenta el trabajo progresivo.
b4. Comienza el entrenamiento orientado al alto rendimiento.

c.       Capacidades coordinativas.
Su desarrollo transcurre de manera lenta.
No estaría demás manifestar que lo expresado en edades sensibles no es de mi autoría, sino que es un concepto universal donde se apoyan todos los entrenadores del mundo en la mayoría de los deportes, y que romper con el mismo, es ir contra los principios del entrenamiento.
En su libro, NATACION II de Fernando Navarro y Osvaldo Arsenio, nos ilustran convenientemente respecto a como establecer los aspectos metodológicos del entrenamiento físico, y con ello como se instauraría un orden adecuado en la construcción del deportista.
VAMOS A ENTRENAR.
Basándonos en las ciencias biológicas, psicológicas y pedagógicas, podemos comentar:
Principio de sobrecarga: se busca una adaptación a  las cargas de trabajo cada vez mayores.
Principio e progresión de cargas: señala sobre la importancia de la elevación gradual de las cargas en el entrenamiento, el volumen y la intensidad de los ejercicios, la complejidad de os movimientos y el crecimiento del nivel de tensión psíquica.
Principio de variedad: la monotonía de los ejercicios de este deporte, hacen imprescindible la variedad de las cargas.
Principio de optimización entre cargas y recuperación: se necesita un cierto tiempo de recuperación después de cada carga eficaz, con el objeto de poder soportar nuevamente una carga parecida en condiciones favorables.
Principio de continuidad: se basa en la necesidad de acciones repetidas para la mejora del rendimiento bajo la influencia del entrenamiento. Solo la repetición garantiza la fijación de los hábitos y conocimientos, la estabilidad de la técnica y la adquisición de los resultados positivos.
Principio de reversibilidad: los efectos del entrenamiento son reversibles. La mayoría de las adaptaciones que se logran en muchas horas de trabajo, pueden perderse.
Principio de periodización: el carácter físico de la adaptación, con sus fases de aumento, estabilización y disminución, requiere la estructuración del entrenamiento en ciclos de trabajo.
Principio de individualización: cada persona responde de manera diferente al mismo entrenamiento (herencia, maduración, nutrición, descanso, nivel de condición, motivación, ambiente).
 El cumplimiento de los principios nos indica:
Ø   Los efectos de la adaptación.
Ø   Orientan los procesos de adaptación.
Ø   Garantizan la adaptación.

En la historia de la natación Argentina,  existen innumerables ejemplos de nadadores exitosos en edades tempranas, pero que posteriormente no pudieron mantener sus registros en el tiempo y se malograron. Los motivos son numerosos, pero el de mayor relevancia, es el de  no sustentarse en los conceptos de edades sensibles
El gran tema y muy desarrollado DESERSIÓN TEMPRANA, contempla en una de sus clasificaciones, a la estimulación de los sistemas energéticos de forma prematura con consecuencias dañinas.
Dañina, por el hecho que algunos sistemas impuestos en edades por fuera de contexto, causan dolor físico, pero lo que rompe y quiebra psicológicamente, es el dolor y su rutina en el tiempo.  A la hora de pensar en otro tipo de prestación, ya sea en el entrenamiento como en la competencia en edades adultas, será muy complicado solicitarle su predisposición,… “el daño ya fue provocado y es irreversible”
Hay algo que deseo compartir con Uds. y es manifestar mi adhesión conceptual con mi amigo Orlando Moccagatta.
El mismo manifiesta algo muy interesante, y que me llamó mucho la atención, ya que describe perfectamente  las características que sostienen el entrenamiento en diferentes edades.
A los 7 y 8 años nos ilustra del “entrenar para aprender”
A los 9 y 10 años “aprender a entrenar”
A los 11 y 12 años “entrenar para entrenar”   

ASPECTOS A CONSIDERAR EN LAS DIFERENTES EDADES PARA EL DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD – 7 A 12 AÑOS
Simplemente dejaré interrogantes en algunos aspectos para entender que en estas edades no solo el contenido es nadar por nadar, intensidad por la intensidad misma, volumen por volumen mismo, etc.
El aspecto es algo más importante de lo que se cree, y quizás, a mi entender es el punto de relevancia donde acentúo el problema mayor de nuestra natación. Tenemos entre 4 a 6 años – de los tempranos – donde no hacemos las cosas que corresponden, y luego debemos pagar estas carencias.
CAPACIDADES A ENTRENAR.
Las cualidades o capacidades físicas básicas, conforman la condición física de cada individuo y, mediante su entrenamiento ofrecen la posibilidad de mejorar las capacidades del cuerpo.
Hablar del desarrollo físico del hombre, en sentido morfológico y funcional, es hablar de sus capacidades físicas.
Las capacidades físicas condicionales, están determinadas por complejos procesos bioquímicas del organismo, la composición de los aparatos y sistemas del mismo, el periodo del crecimiento  y desarrollo, los factores hereditarios y la alimentación, entre muchos otros.
Todas estas capacidades tienen un periodo propicio de estimulación en su desarrollo o mantenimiento, de ahí que sea tan importante para ser grandes campeones y o, en todo caso, para desarrollar una condición física que ayudara al buen funcionamiento de tu organismo.
La fuerza, la velocidad, resistencia y flexibilidad son cualidades físicas que si bien, todos los seres humanos en condiciones normales contamos con  ellas, también  es cierto  que cada uno las manifiesta y desarrolla de manera diferente.
Es imposible considerar que el entrenamiento de las capacidades condicionales y coordinativas pueda tener la misma eficacia o eficiencia en todas las edades. O sea ninguna capacidad motora es entrenable en la misma medida, en todo el proceso evolutivo.
Los estudios de V.S. Farfel y P. Hirtz establecen que conceptualmente es más fácil influir sobre las distintas funciones y capacidades cuando están en proceso de maduración, que cuando ya han madurado.
1.       Las capacidades condicionales se confunden en un solo término: ADAPTACION
2.       Es decir, nuestro nadador será más fuerte y más resistente en la medida que      pueda adaptarse mejor a la técnica y al medio acuático
3.       Las capacidades coordinativas se confunden en un solo término: TECNICA
4.       Las capacidades condicionales se confunden en un solo término: ADAPTACION
5.       Es decir, nuestro nadador será más fuerte y más resistente en la medida que pueda adaptarse mejor a la técnica y al medio acuático
6.       Las capacidades coordinativas se confunden en un solo término: TÉCNICA.
CAPACIDADES CONDICIONALES:        
1) Fuerza: capacidad de generar tensión muscular.
2) Velocidad: capacidad de desplazamiento en el tiempo.
3) Resistencia: capacidad de mantener un esfuerzo sostenido en el tiempo evitando la fatigaCAPACIDADES COORDINATIVAS
1) Diferenciación: es la capacidad de lograr una coordinación muy fina de fases motoras y movimientos parciales individuales (Salto en alto).
2) Acoplamiento: es la capacidad de coordinar movimientos parciales del cuerpo entre si y en relación del movimiento total que se realiza para obtener un objetivo motor determinado (Gimnasia rítmica).
3) Orientación: es la capacidad de determinar la posición y los movimientos del cuerpo en el espacio y el tiempo, en relación a un campo de acción definido y/o a un objeto en movimiento (Voley).
4) Equilibrio:
es la capacidad de mantener o recuperar la posición del cuerpo durante la ejecución de posiciones estativas o en movimiento (Ciclismo).
5) Cambio: Es la capacidad de adaptación de un individuo a las nuevas situaciones que se presentan durante la ejecución de una actividad física que presenta numerar interferencias del entorno (Futbol).
6) Ritmo: Es la capacidad de producir mediante el movimiento un ritmo externo o interno del ejecutante / La repetición regular o periódica de una estructura ordenada (Maratón)

7) Relajación: es la capacidad de relajar (liberar de tensión) de forma voluntaria a la musculatura (Tiro)

Algunos autores agregan la agilidad, la habilidad, la rapidez, la flexibilidad, la coordinación, etc.
POSIBILIDADES DE ENTRENAMIENTO.
DE 7 A 8 AÑOS.
Capacidades condicionales.
Entrenamiento aeróbico: entrenabilidad desde la adaptación al medio.
Entrenamiento anaeróbico: sin entrenabilidad posible.
Entrenamiento de la velocidad: entrenamiento desde la coordinación técnica.
Entrenamiento de la fuerza máxima: sin entrenabiidad.
Entrenamiento de la fuerza explosiva: sin entrenabilidad.
Entrenamiento de la flexibilidad: buena entrenabilidad.
Entrenamiento de la velocidad de reacción: cierta entrenabilidad

9 Y 10 AÑOS.
Capacidades Condicionales.
Entrenamiento aeróbico: cierto entrenamiento desde la adaptación a los diferente métodos.
Entrenamiento anaeróbico: sin entrenabilidad posible.
Entrenamiento de la velocidad: entrenamiento desde la coordinación técnica.
Entrenamiento de la fuerza máxima: sin entrenabilidad.
Entrenamiento de la fuerza explosiva: cierta entrenabilidad de velocidad acíclica.
Entrenamiento de la flexibilidad: buena entrenabilidad con movimientos lentos y controlados.
Entrenamiento de la velocidad de reacción: cierta entrenabilidad. Inicio para desarrollarla asociada a fundamentos técnicos.
11 y 12 años.
Capacidades condicionales.
Entrenamiento aeróbico: cierta entrenabilidad.
Entrenamiento anaeróbico: entrenable bajo ciertas condiciones.
Entrenamiento de la velocidad: cierta entrenabilidad a partir de la coordinación técnica.
Entrenamiento de la fuerza/resistencia: entrenable bajo ciertas condiciones.
Entrenamiento de la fuerza máxima: sin entrenabilidad.
Entrenamiento de la fuerza explosiva: cierta entrenabilidad con movimientos de velocidad con sobrecarga leve en el agua.
Entrenamiento de la flexibilidad: buen momento con movimientos lentos y controlados.

Resumen.
Como había mencionado en el comienzo, no es mi intensión erigirme como un referente de la actividad. Simplemente poner a consideración que “algo no estamos haciendo bien”.
Es posible que muchos se conformen con tener trabajo, otros con tener un equipo, otros con tener logros en categorías de edades, … y así sucesivamente.
La pérdida progresiva de posiciones  en el contexto sudamericano, algo nos está indicando. La pérdida de calidad en nuestros nadadores juveniles, algo nos está indicando.
Es posible que aquellos que se detienen a pensar unos segundos, encontrarán numerosas razones para explicar a situación actual, que va desde la falta de infraestructura adecuada, sueldos magros, falta de políticas coherentes durante decenas de años, etc., … no deberíamos dejar de lado el papel que nos corresponde como formadores de deportistas.
Creo que debiéramos que darle una mirada especial a las capacidades condicionales y coordinativas en las diferentes edades, y de esa manera, encontrar otro fundamento y  metodología en la construcción de las rutinas de entrenamiento
Esta presentación está avalada por los racionales fundamentos universales que orientan los desarrollos deportivos en las diferentes edades, y a los cuales no podemos estar ajenos.
Con el afecto de siempre Raúl Strnad.


Algunos argumentos utilizados:
Natación II de Fernando Naverro y Osvaldo Arsenio
Conceptos del Lic. Orlando Moccagatta
Conceptos de mi maestro Pedro Giordano.