miércoles, 4 de diciembre de 2013

El Pullbuoy y su utilización


Hola amigos.

 Gracias a un aporte de Mónica Gherardi de subir un artículo en una red social sobre el uso del “pullbuoy”, desearía prologar el mismo de acuerdo a lo que uno ha visto en tantos años de trabajo.

No es mi deseo situarme a la misma altura de aquellos que han escrito este artículo y sus famosos referentes, pero una mirada doméstica del tema, no viene mal.

Es imposible no observar dentro de la bolsa de elementos para el entrenamiento de un nadador, la presencia  del pullbuoy. Estos son de diferentes tamaños, formas y colores, los cuales son ofrecidos por las diferentes marcas comerciales.

Sin lugar a dudas, es un elemento imprescindible a la hora de entrenar, y por sobre todo en obtener el logro de los objetivos delineados.

Ahora bien, allá por los años 70´ tuve la enorme oportunidad de formarme como entrenador bajo la tutela de Don Pedro Giordano (mi Maestro). En innumerables oportunidades de compartir entrenamientos de sus nadadores con los míos (mi inicio), observaba que no utilizaba los famosos pullbuoys tan de moda por esos momentos; tampoco observaba que sus grandes nadadores (80% de la base del seleccionado nacional), hacían gym – pesas, complementos, etc.- y eran deportistas tremendamente rudos y fuertes.

Cómo todo entrenador en formación, me preguntaba que los hacía con esas características, tanto mujeres como varones. Nunca me atreví preguntarle, ya que existía una cierta distancia entre él y yo,…  y algo de vergüenza por mi ignorancia. Pero con el pasar de las sesiones de entrenamientos, observaba cuatro cosas fundamentales en su construcción de la resistencia, de la fuerza y la potencia en sus deportistas, a saber:

1.       Presencia  de la bandita elástica para los tobillos a la hora de hacer “solo brazo”.

2.       Ausencia de manoplas

3.       Presencia de un aparato de madera que se colocaba entre las piernas con un plano frontal de unos 15 centímetro- frenador -.

4.       Presencia de una goma elástica para fuera del natatorio, donde se ejercitaban algunos movimientos de flexión y extensión de brazos.

Con esto – y ausencia de pesas -, construía un esquema de trabajo muy eficaz, donde sobresalían nadadores de diversos estilos y variadas distancias.

Años más tarde, y donde ya mis visitas no solo eran profesionales al natatorio de Gimnasia y Esgrima de Rosario, sino que también habíamos formado un vínculo muy estrecho en cuanto a la amistad que perduró hasta su muerte, me atreví a preguntarle sobre esos secretos que cada entrenador tiene, y por respeto uno nunca debe preguntar: “Pedro, porqué no gimnasio”, como se lo conoce en este momento .

El me comentó que con solo el trabajo de la goma en los tobillos, y ese aparato entre las piernas (similar al concepto de traje de baño con bolsillos, paracaídas, esponja con una cuerda, etc.), cubría las necesidades de la búsqueda de la fuerza, la resistencia y la potencia. Solo estableciendo los sets, las distancias y los intervalos. Los nadadores adquirirían las valencias propuestas, además de evitar ciertas lesiones que se pueden producir por la manipulación de sobrecargas en el gym.

Así fui por lo tanto alfabetizándome sobre los diferentes formatos mentales de diferentes entrenadores tanto locales como internacionales.

Nadar con solo una banda en los tobillos, y administrar una carga tanto en distancia como intensidad, genera un tremendo potencial a la hora de la búsqueda de la  resistencia y la fuerza. Nadar con un pullbuoy, genera otras posibilidades de mejora en la hidrodinamia y la resistencia, es decir que en la interpretación de cómo se coloca el cuerpo en el agua, o de cómo este transita en el medio, podemos establecer algunas líneas conceptuales de cómo abordar los diferentes objetivos de fuerza, técnica, resistencia, potencia.

Al día de hoy, en una piscina de campeonato top internacional, seguimos observando pullbuoys, gomas de tobillos y frenadores o adminículos de arrastres.

Lógico que para poder establecer un programa de mayor sobrecarga en agua, la necesidad de una técnica perfecta es imperiosa y necesaria para no lesionar los hombros.

Queda abierta la discusión, pero también,  y ya que he prologado este artículo, dejo asentada mi metodología al respecto:

1.       Perfecta enseñanza de la técnica de estilo y sus aspectos gestuales en edades tempranas.

2.       Uso del pullbuoy en edades tempranas

3.       Inclusión de solo manoplas en presencia de batido de piernas.

4.       Uso de pullbuoy + manoplas

5.       Unos de pullbuoy + manoplas+ goma en tobillos

6.       Solo uso de goma en los pies

7.       Solo uso de manoplas + goma en los pies en ausencia de pullbuoy en distancias de no más de 800 metros. A mayor distancia el uso del pullbuoy, sin que afecte la zona lumbar, ya que el cuerpo tiende a arquearse en el tiempo de trabajo y genera un estrés importante en la zona lumbar.

Gracias.

 

 

Artículo extraído y traducido de SWIMMING SCIENCE. 2013

7 razones teóricas para el uso del pull buoy.

Tome algunos puntos.

1.       Existen investigaciones limitadas del pullbuoy como un elemento chequeado.

2.       El Pb (pullbuoy), no encaja dentro del entrenamiento si uno atribuye literalmente a los conceptos de especificidad.

3.       Existen muchas especificaciones para el uso del Pb a menudo sin aval científico, pero al menos los entrenadores deben usar pensamiento crítico en ausencia de hechos científicos en lugar de depender solo en la tradición.

Como la mayoría del equipamiento que se encuentran en la piscina, las razones para el uso del Pb, va desde la tradición a la ciencia informal. Hay una investigación en la cual se usa el Pb pero normalmente no es una variable de estudio.

Entender el uso del Pb requiere aceptar la nebulosidad de “sentir el agua”.

Hay sin duda, que el Pb priva al nadador de la oportunidad de practicar esas micro correcciones imperceptibles que todos utilizamos para mantener la flotación y maximizar la fuerza. Sin embargo una lectura literal de los conceptos de especificidad, considera al Pb, venenoso a la mecánica del movimiento de brazos, y una pérdida de tiempo.

Este equipo de entrenamiento altera las propiedades mecánicas de los movimientos de natación y confunde la cinestesia que es de suma importancia para el desarrollo de la " sensación " de los movimientos eficientes y productivos.

Los beneficios por el uso de este equipo son en gran medida no corroboradas . Existen datos que a menudo son pocos fiables o distorsionados, o poco fiable. Aunque las actividades del Pb, proporcionan " variación", que no contribuyen a la mejora del rendimiento en las carreras " (Rushall 1996).

A pesar de esta conclusión audaz, el Pb es un accesorio que se encuentra en el entrenamiento. Muchos entrenadores y nadadores incluyen el Pb simplemente para aliviar el entrenamiento. Si uno observa el rigor científico sigue sin resolverse, pero merece un vistazo individualmente.

 

7 razones teóricas para utilizar un pull buoy


1. Capacita y mantiene la posición del cuerpo: el Pb coloca al nadador en una alineación horizontal, que de no tenerlo sería más complejo.

Ud. no puede ser algo bien, si usted no sabe lo que es correcto. Dado que la mayoría de la natación tiene lugar donde el entrenador no puede proporcionar retroalimentación inmediata cinestésica, El Pb es un método para ofrecer una retroalimentación constante en la piscina.

2. Haga la natación más fácil: El Pb. Puede permitir la práctica continuada sin deterioro de la calidad del movimiento. La frecuencia cardíaca es menor, también se reduce la tensión total de la sesión.

El Pb también puede prescindir de las piernas, después de una sesión pesada de batido.

El verdadero debate es si este razonamiento equilibra adecuadamente los riesgos de distorsión de las brazadas y lesiones músculo-esqueléticas por el uso excesivo del hombro ( Ver la preparación del sistema Nervioso Autónomo).

3.   Haga la natación más dura. Cuando se combinan manoplas- Pb , puede sobrecargar los brazos, especialmente cuando los tobillos están sujetos con una banda elástica o goma. Desafortunadamente puesto que las manoplas representan otra variable, realizando investigación sobre manoplas y Pb, se añade más complejidad a la tarea de investigación.

Esto hace que sea imposible la cuantificación cuanto aumentará la resistencia.

4.   Control de respiración. Una serie de “revienta pulmones”, de distancia largas (trabajos de hipoxia), frecuentemente se logran con la asistencia de Pb., como por ejemplo pateando puede elevar el pulso y la frecuencia respiratoria.

La justificación aquí es particularmente es ingeniosa, ya que la investigación ha demostrado consistentemente la aplicación limitada de entrenamiento hipóxico (Maglischo 2003, Truijens 2002). Sin embargo no se puede negar el factor mental. Como muchos afirman, estos trabajos de “reventar pulmones” condicionan mentalmente a los nadadores.

Si este tipo de trabajo en hipoxia está justificado o no, es una cuestión no resuelta, particularmente con la tendencia con la respiración menos restringida en las carreras.

5.   Ejercicios. A menudo ocurren a baja velocidad, lo que permite que las piernas se caigan especialmente en los principiantes (esto es más frecuente en los triatletas más adultos). Si las piernas empiezan a arrastrase hacia el fondo de la piscina se pierde el objetivo del ejercicio. Aún así, parte del ejercicio de aprendizaje, incluye mantener la posición del cuerpo horizontal en cualquier velocidad en lugar de basarse en la patada.

6.   Prevenir no separar un nadador de un grupo. Si un nadador que está en un grupo de andarivel, no puede mantener el nivel de nado establecido, ya que se está nadando sin Pb., el uso del mismo para este nadador, le permite permanecer en el grupo y construir más confianza y participación, es vez de separarlo del grupo y colocarlo en otro andarivel más lento.

7.   El uso del Pb. Puede inferir dos situaciones que se fundan en problemas de la espalda. Primeramente puede disminuir la tensión o acrecentar la misma en la zona baja de la columna. Esto depende del tipo de problema de espalda baja del nadador.

 

Conclusión:

Asegúrese que el uso del Pb., corresponda al objetivo deseado. Evite depender del Pb, este elemento puede servir en una función de enseñanza, pero evite el sobreuso.

Asegúrese que un 800 metros con Pb., no tiene como objetivo dar un descanso al entrenador o una siesta.

Al igual que un paciente con una pierna rota que debe rehabilitarse de la lesión debe aprender a caminar sin ayuda, el nadador que utiliza el Pb. para ocultar fallas, debe afrontar las mismas  directamente.  

References:

  1. Brent S. Rushall. CARLILE COACHES' FORUM Volume 3, Number 5: June 28, 1996 
  2. Maglischo, Ernie. Swimming Fastest. Human Kinetics 2003. 
  3. Truijens MJ, Toussaint HM, Dow J, Levine BD. Effect of high-intensity hypoxic training on sea-level swimming performances. J Appl Physiol (1985). 2003 Feb;94(2):733-43. Epub 2002 Oct 11. 

Allan Phillips is a certified strength and conditioning specialist (CSCS) and owner of Pike Athletics. He is also an ASCA Level II coach and USA Triathlon coach. Allan is a co-author of the Troubleshooting System and was selected by Dr. Mullen as an assistant editor of the Swimming Science Research Review. He is currently pursuing a Doctorate in Physical Therapy at US Army-Baylor University.

 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Un gran respeto para con tu nadador.


Un gran respeto para con tu nadador

 

Reflexiones nocturnas, por Ronald Johnson - USA.

Este afamado entrenador que tuve la hermosa experiencia y oportunidad de conocer y compartir en la ciudad de México D.F. en una clínica organizada por Nelson Vargas, me deleita cada vez que tomo su obra “Un romance con el agua”.

En esta obra, poco se manifiesta sobre esa natación que siempre deseamos conocer, aquella que habla de números, estadísticas, volúmenes e intensidades cuantificadas, y donde Ronald  acentúa sus pensamientos en aspectos más simples, MUCHO MAS SIMPLE de lo que creemos para construir.

Sigo avanzando sobre “Un romance con el agua”, y disfruto de algo que siempre defendí a ultranza, no porque uno adopta una posición irreductible en su formación inicial como profesor de natación, sino porque mis maestros por los 70´s, así pregonaban, así me enseñaban y … así lo creí fervientemente.

La vida me ha dado muchas satisfacciones en lo deportivo, pero hay algo que no puedo dejar de valorar, sorprenderme,  extasiarme, etc., que es observar el verdadero arte de nadar que hay en muchos de los nadadores mundiales en los años de historia que me ha tocado vivir.

Esta pequeña introducción, es el preludio para muchos de nosotros, los formadores/entrenadores de nuestro país, enmarañados en una estrategia de construcción de sus deportistas, basados en aspectos metabólicos, marcas mínimas en edades tempranas para acceder a eventos nacionales, y otros aspectos dañinos… a mi entender, generando una población anémica en respuestas  biomecánicas, que a la hora de la prestación, entendemos en el lugar que estamos en el concierto de las naciones.

La adrenalina que nos explota al ver a nuestro nadador en formación ganar y todo lo que eso representa a nivel de nuestro club, frente a sus padres, frente a nuestros pares,.. da por tierra a la hora que no podemos explicar su abandono prematuro, o su estancamiento en edades mayores… si sigue nadando!!

El enorme aprecio que tengo por el respeto de la técnica, es compartido por la elite mundial de numerosos entrenadores, y eso me hace sentir muy bien.

Se podrán esgrimir otras cuestiones del retroceso/estancamiento de nuestros deportistas, y comparto plenamente, pero invito a leer esto, una verdadera poesía del deporte de la natación.

Un gran saludo a todos/as.

                                                                                                         Prof. Raúl Strnad

 

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Escuchando “música acuática” de Handël, por Ronald Johnson-  Ex Entrenador de la universidad de Arizona  y del equipo de USA.

COMO APRENDEMOS.

La mayoría de nosotros estamos de acuerdo en que la natación es un gran desafío atlético; pero también, cuando es ejecutada por  los grandes nadadores del mundo, es una forma de arte.

Podemos apreciar ciertos paralelismos en alcanzar grandeza con un instrumento musical, y dominar uno o varios estilos competitivos de la natación. Y hay una progresión similar al avanzar del nivel de novato a ser un ejecutor de nivel mundial en ambas disciplinas. Observando cómo se puede alcanzar el éxito en una especialidad distinta quizás nos sean revelados algunos secretos que se puedan aplicar a nuestro deporte.

En cierta manera, la natación está estrechamente asociada con la música como una forma de arte. Las palabras tempo, ritmo, balance, flujo, improvisación y sentir entre otras, forman parte del vocabulario que compartimos. También en la mera de cómo aprendemos nos muestra similitudes asombrosas.

Mi maestro de guitarra. Miguel Serrano, fue un músico de clase  mundial en años pasados, quien estudió con el más grande guitarrista clásico de todos los tiempos, Andrés Segovia.

Junto con él estudiaron varios alumnos que se han convertidos en grandes nombres en el mundo de la música clásica de guitarra. Cristopher Parkening, ahora reconocido por muchos como guitarrista preeminente del mundo, fue co-alumno con él.

Antes de que Segovia aceptara a un estudiante, evaluaba su habilidad y lo entrevistaba. Solamente aceptaba de cuatro a seis muy avanzados guitarristas en cada uno de sus grupos.

Y no fue por dinero que Segovia enseñaba a esos talentosos músicos. Ya era millonario gracias a sus giras alrededor del mundo, y a sus regalías de la gran cantidad de música que había transcrito para guitarra. Su meta era llevar la belleza de la música clásica al mundo.

Mi maestro Miguel siguió una evolución muy interesante en su carrera. Empezó a tocar cuando tenía 9 años, y a los 11 empezó a tomar clases con un muy buen maestro que le enseñó técnica y disciplina. Ese maestro después de cuatro años, le dijo, “ya no puedo llevarle más lejos, debes ir con otro profesor”. Por un período de 7 años más. Miguel trabajaba con un excelente profesor y maestro, José Barroso, distinguido intérprete por derecho propio. Y una vez más Miguel escuchó las palabras “…te he llevado tan lejos como he podido, ahora debes ir a estudiar con Segovia. Él será quien te ayudará a terminar tu preparación”. Miguel se entrevistó con Segovia y fue aceptado como alumno de él a los 21 años, cuando ya estaba cerca de ser un intérprete de clase mundial.

A pesar del altísimo nivel de talento de sus estudiantes, Segovia insistía en lo básico. Las clases y las prácticas consistían en tocar muy despacio por meses a la vez, trabajar en ejercicios y escalas para desarrollar a la perfección su digitación, postura correcta, posición y forma precisa con ambas manos.

Miguel me platicó que fue frustrante e iba muy lento al principio porque tenía que dominarlo todo impecablemente antes de aprender composiciones y ejercicios nuevos y más complejos.

Segovia era partidario de una gran disciplina con sentido de humor. Siempre esperaba el grado máximo de excelencia e integridad, pero sin presionar excesivamente. El sabía que el verdadero deseo debía vivir dentro del estudiante o no podía estar a la altura de la estrategia de su entrenamiento. Por lo que Miguel me platicaba, ¡qué gran Maestro debe haber sido Segovia!.

Sabía cómo motivar y mantener la disciplina con un toque de diversión, y nunca humillaba a sus estudiantes mientras progresaban.

De esa manera deberían progresar los nadadores; no enfrentándose uno con otros (por lo menos no hasta la competencia), sino llevándolos juntos a los niveles más altos de acuerdo con la capacidad y ambición de cada quien.

Tus compañeros de equipo, trabajando juntos,  pueden convertirse en un mucho mejor nadador que si estuvieras entrenando solo.

Es de esa manera como la mayoría de nuestros grandes nadadores campeones en el mundo de la natación, han avanzado en su carrera.

Por lo regular fueron contenidos un poco en sus años de categoría infantil o juvenil por unos entrenadores muy sabios y pacientes, quienes insistían más bien en desarrollar una excelente técnica antes de ir por grandes kilometrajes y velocidad en sus años de desarrollo. Solamente con una excelente técnica se puede a la larga, conseguir una buena velocidad. Los nadadores, pero principalmente sus padres, deben entender esto. Deben entender que si la única preocupación del entrenamiento son acondicionamiento físico y velocidad, los niños y niñas pronto llegarán a un tope y no serán capaces de avanzar más allá de ese punto. Enfocar el entrenamiento con absoluta prioridad a la técnica y el “sentir”, e dará al nadador la posibilidad de alcanzar su real potencial como atletas, tal como lo es para los músicos.

Primeramente se deben dominar los básicos de nuestro deporte antes de que el acondicionamiento puro se convierta en el foco central.

Destrezas como el balance, la comprensión de las fuerzas de poder del eje largo y del eje corto, las entradas de toque suave, el entendimiento de los ángulos de poder, las técnicas de palmoteo (sculling), para presión continua en el agua, la forma elíptica de la brazada, la importancia de la línea hidrodinámica (streamline), así como la aprehensión de algunas leyes básicas de la física, son las monedas en nuestro reino. Todo esto debe tener prioridad en las etapas tempranas de la carrera de un atleta (por supuesto siempre enseñando con un lenguaje apropiado a la edad del nadador). Este concepto es tan fundamental que tengo que recurrir a el en varias ocasiones en este libro.

Es fascinante observar cómo trabajan los grandes entrenadores de grupos de infantiles o juveniles con su encomienda. Las demostraciones y el tomar el tiempo para desarrollar juguetonamente una técnica perfecta que les permita continuar hacia el progreso, deben ser el sello distintivo de un buen entrenador.

La principal característica de un entrenador magistral, es su habilidad de convertir el aprendizaje en algo divertido, de permitir a sus novatos que conozcan el placer de entrenar y ejercitarse sin preocuparse por el kilometraje que se recorre diariamente.

Paciencia y perseverancia – raras cualidades en nuestra sociedad – si son practicadas por  sus nadadores, entrenadores y sus padres, a la larga resultaran en grandes dividendos.

Entrenadores muy experimentados hasta dicen que la evolución ideal para un nadador joven es que tenga únicamente un éxito relativo a la edad de 8 a 10 años, y que luego avance hasta ser uno más del montón, o un poco mejor cuando tenga once o doce años; entonces, después de haberse consolidado una excelente técnica, ganar ocasionalmente a los trece o catorce años para comenzar con un entrenamiento más exigente en la categoría Juv. B o C, para revelar su verdadero potencial. Lee el artículo sobre a evolución del entrenamiento de Ian Thorpe publicado en Swimming World de enero 1988, pág. 33. Si ganar resulta demasiado fácil al principio, uno siente la presión  de ser perseguido todo el tiempo, o de posiblemente perder lo que ya se ha tenido, o peor aún, se puede llegar a aburrirse con ganar siempre.

Es interesante analizar las trayectorias de los plusmarquistas  y mejor rankeados a nivel nacional de las distintas categorías infantiles y juveniles a los largo de los años, para ver que muy poco de ellos han tenido carreras sobresalientes  como nadadores de primera fuerza y miembros del equipo nacional. Incluso el más grande de los sprinter, Alexander Popov, solo lograba éxitos moderados en edades infantil y juvenil; hasta su retiro, pasó la mayor parte de su tiempo en el agua trabajando en su técnica con ejercicios para mejorando su estilo.

Mucho se puede aprender de los grandes entrenadores y maestros en prácticamente todos los deportes, como también en las artes marciales y hasta en las bellas artes. Empieza lentamente, aprende una técnica impecable, revísala constantemente y tus posibilidades de alcanzar un auténtico progreso en cualquier nivel, mejorarán infinitamente.

 

 

martes, 25 de octubre de 2011


Estar en control, para el rendimiento óptimo en natación.
                                                                                                  Prof. Raúl Strnad. Argentina


                        “Anoche no pude dormir bien, hoy me levanté cansado y con pesadez… no me siento en el agua”. El arte de administrar el estrés, consiste en mantenerse en un nivel de estímulo que sea saludable y agradable

Introducción.
No dejo de extrañarme en este transitar de mi vida de la  mano del deporte, que en una de las actividades que mucho placer me brinda – dar conferencias - , nunca me han preguntado acerca de este tema que voy a exponer.
Generalmente las preguntas durante y post charlas, son de cuantos metros, de que intensidad, el micro-macrociclo, etc., de la mano como entra o sale,  y otras cuestiones de la mecánica de movimientos.
Es muy posible que el interés de las preguntas, estén orientadas al tema desarrollado, pero aquellos que ya hemos vividos años en este deporte y observado conductas varias de nuestros deportistas, no podemos obviar en mencionar y destinar un muy buen tiempo a otras situaciones que poco se plasman en los libros destinados a nuestro deporte de la natación.
 El entrenador y su grupo de apoyo, deben controlar innumerables variables en un equipo de  deportistas, con el objeto de obtener de estos, la mejor prestación a la hora de entrenar y de competir.
En el mundo que nos toca vivir, es muy posible que este denominado “grupo de apoyo”, solo sea una ilusión, ya que generalmente somos nosotros quienes debemos estar al tanto de todas las variables que hacen al desarrollo y desempeño de nuestros deportistas. Lo malo es que nos acostumbramos a ello, y en el peor de los casos,… “creemos que lo hacemos bien”.


Lo palpable y lo impalpable.
Cualquier circunstancia humana puede verse impregnada de un determinado nivel de ansiedad. Las situaciones de competición deportiva, donde el resultado obtenido y las consecuencias que se derivan del mismo, pueden determinar el presente y el futuro como profesional del deporte (contratos, valoración social, continuidad, autoestima etc.), generan en el organismo estados de ansiedad que es preciso controlar. La mayoría de deportistas y técnicos, cuando se tienen que enfrentar a una competición, sienten en mayor o menor grado un estado de nerviosismo, que puede aparecer incluso días antes de la propia competición, y que, influye en el rendimiento deportivo.
La ansiedad en la actividad deportiva es particularmente amplia por el hecho de que aquí, la persona posee un antecedente considerable de carga física y neuropsíquica en las sesiones de entrenamiento y competición, estando constantemente sometido a la actuación de las más variadas influencias interpersonales y ambientales (Straub, 1978). Pero, con independencia del sentido positivo o negativo que pueda tener un determinado estímulo, existen algunas situaciones características que contribuyen a convertir un estímulo en una situación de ansiedad.
Los estadíos metabólicos, en sus vertientes de desarrollo y control a partir de pulso y lactato, la preparación física genérica como específica tanto en agua como en el gimnasio, la estructura de entrenamiento determinada en tantos mesociclos hasta el arribo del momento de la supercompensación (puesta a punto), la nutrición, suplementación farmacológica, la hidratación durante y post entrenamiento/competencia, etc., etc., serán los factores que contribuirán en esta construcción, y finalmente en el posterior rendimiento esperado.
Muchas veces consideramos que al tener estas variables controladas, y dentro de una estrategia ideal, poseeremos sin lugar a dudas “el paquete cerrado, y listo para entregar”. Especular  que podremos evaluar un desempeño del deportista desde lo palpable/observable, solo estamos viendo la mitad de la realidad.
Siempre, aquellos que estamos al borde de la piscina,  ponemos una piedra más, o una menos, en el disco de la balanza, a la hora de la planificación. Generalmente nos complejizamos en esta hora, ya que al establecer los contenidos en cuanto a cantidad y calidad de los mismos, pecamos de menos o de más con respecto a los propósitos asignados al ciclo de trabajo.
Es que, en un microciclo de trabajo, los casilleros que disponemos para llenar no son muchos, y los contenidos son infinitos.
Solo basta descifrar los capítulos de los libros dedicados a la planificación de diferentes autores, para disfrutar de la inmensa confusión que nos invade… a la hora de elegir estrategias y movimientos, en este complicado tablero de la preparación física del nadador.
Es posible que aquellos entrenadores que se han formado de manera sistemática, tengan alguna o mucha ventaja por sobre aquellos que lo han hecho de manera asistemática.
La influencia y garantía que ofrece la primera posibilidad por sobre la segunda, no siempre se dio en la realidad como un hecho de mejores resultados. La historia nos demuestra que personas con un “sentido especial” del manejo de los aspectos del entrenamiento, también han tenido tremendos éxitos en el mundo deportivo, por encima de aquellos que se prepararon toda su vida para entrenar.
James Counsilman lo denominó en su década de gloria como el FACTOR X, pero hilando más profundo, “LA INTELIGENCIA EMOCIONAL”, de Daniel Goleman, han dado un toque de distinción a este aspecto de “aquellos entrenadores exitosos” en el gran mundo del deporte.

El pecado.
Aquellos que hemos practicado en algún momento de nuestras vidas un deporte de precisión – como el golf -, hemos encontrado y sentido en carne propia, como perdemos la concentración, el enfoque, el control, en muchos momentos de la agonística deportiva.
Consideramos que el solo hecho de haber practicado, llevar una estrategia predeterminada a la hora del golpe de la pelota, bastará para lograr el propósito.
Otros, como muchos de Uds., quizás hayan practicado otros deportes, y recordarán que en muchas oportunidades no se logró la máxima posibilidad,… o la posibilidad de acceder a unas instancias superiores por un aspecto que en su momento no se determinó… y en el peor de los casos… no se planificó a pesar de tener el 99% de las variables en control.
Los espacios destinados a los desarrollos de lo palpable y observable (músculos, tendones, articulaciones, resistencia, potencia, velocidad, etc.), los entrenadores tenemos una gimnasia diaria que en numerosas oportunidades, nos hace prescindir de ese 1% fatal que nos faltará al “final de esta película”.

Algunos condicionantes del “NO ÉXITO”.
. El poco tiempo que se dispone en la piscina para entrenar en algunas oportunidades.
. No tener una asistencia excelente por parte del deportista.
. No contar con equipo de apoyo al entrenador.
. Prescindir del estudio previo antes del inicio de la temporada, como así también de los contenidos que llevará el ciclo de trabajo, son algunos de los elementos condicionantes para que nuestro deportista no llegue en las mejores condiciones al evento.
Pero hay un elemento que, como mencioné anteriormente, poca o ninguna posibilidad le otorgamos a su desarrollo, y sea quizás de una importancia capital.

La cabeza.
Así denominamos de manera doméstica, cuando deseamos expresar que nuestro deportista “realizó todo”, pero algo falló a último momento.
No es que a último momento algo falló, …“falló desde el primer momento”, ya que nuestra estrategia solo se limitó desde el inicio de la preparación como nadador de categorías, a desarrollos en aquellos elementos observables y palpables, y desestimamos la invalorable determinación  que poseen los mecanismos mentales del deportista.

Estrés y competencia. Tomografía de este fenómeno
¿Qué es el estrés?, es la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria, o simplemente, todo aquello que nos obliga a un cambio.
Otra visión similar cataloga a este como:  "respuesta de estrés", al referirse a la respuesta inespecífica del organismo a cualquier demanda, y el término de "estresor" o "situación estresante" referida al estímulo o situación que provoca una respuesta de estrés.
Las situaciones estresantes llamadas estresores, que pueden causar el cambio o adaptación son de un espectro enorme. Desde el enojo transitorio a sentirse amenazado de muerte; desde la frustración o la angustia, al temor que nunca cede.
En la actualidad han cobrado auge las teorías interaccionistas del estrés que plantean que la respuesta de estrés es el resultado de la interacción entre las características de la persona y las demandas del medio. Se considera que una persona está en una situación estresante o bajo un estresor, cuando ha de hacer frente a situaciones que conllevan demandas conductuales que le resulta difícil poner en práctica o satisfacer. Es decir, depende tanto de las demandas del medio como de sus propios recursos para enfrentarse a él (Lazarus y Folkman, 1984), o avanzando un poco más, de las discrepancias entre las demandas del medio externo o interno, y la manera en que el sujeto percibe que puede dar respuesta a esas demandas (Folkman, 1984).
El estrés tiene dos caras: una negativa – distrés -, y una provocada por hechos positivos – eustrés -. Este último refleja una actitud positiva que ayuda a enfrentar desafíos o amenazas, como un hecho automático y esencial de la vida.
Tanto el estrés positivo como el negativo comparten las mismas reacciones, pero en el caso del negativo estas respuestas quedan retenidas, de tal manera influyen  permanentemente. Esta sobrecarga, es el elemento que hace que el estrés  se transforme de la sal de la vida, en el beso de la muerte.
En síntesis, una cierta cantidad de estrés es necesario para romper con la rutina de la vida y hacerla más interesante; ¿pero cuánto?  Quizás la frase que compara la cantidad de estrés con las cuerdas de un violín sea la más adecuada: “…demasiado flojas y la música sonará mal,… demasiado ajustadas o tensas podrán romperse”.

Respuestas físicas al estrés.
El cuerpo reacciona ante el estrés por ajustes y adaptaciones de cambios en la fisiología del cuerpo.
Se han descripto dos tipos de respuestas al estrés, una aguda y otra crónica.
La respuesta aguda: o también llamada “reacción de lucha o de huida”, se manifiesta cuando el individuo enfrenta un peligro grave inminente.
Química del fenómeno: supongamos que nos enfrentamos a una persona que nos amenaza con un elemento contundente; a partir de allí, debemos entender una cascada de reacciones (comprendamos a la competencia de natación, como una amenaza a nuestras posibilidades de salir airosos de la misma), el cerebro del deportista envía un mensaje bioquímico por medio de un neurotransmisor que provoca la liberación de catecolaminas: hormonas tales como la adrenalina y noradrenalina, para notificarle que rápidamente deberá ponerse en acción.
Estas catecolaminas provocarán una descarga inmediata de grasas y azúcares, que se volcarán inmediatamente  en su sangre para proveerle una rápida inyección de de energía.
Aumentarán su respiración anticipándose al aumento del requerimiento de oxígeno, y para el transporte del mismo extra, incrementarán su presión arterial y su frecuencia cardíaca.
Las estructuras no implicadas en esta emergencia, disminuirán su actividad, para que una mayor cantidad de sangre pueda ser utilizada por los músculos y extremidades.
Terminada la lucha con el agresor, o terminada la competencia, el organismo retorna a la normalidad paulatinamente. Como se puede apreciar, la respuesta aguda es una reacción natural y necesaria del organismo, que ha permitido la supervivencia de nuestros antepasados en un medio que les era físicamente hostil.
Ahora bien, pocas veces nos encontramos en situaciones límites de peligro, pero sí de estrés permanente diario y cotidiano. El organismo reacciona de la misma manera que el caso  agudo.
La diferencia está en la reacción excesiva, inapropiada y reiterada con mucha mayor frecuencia en el transcurso del día que la que sufrían nuestros antepasados primitivos. Lo que para aquel era una reacción de supervivencia, se ha transformado en la actualidad en autodestructiva.
La descarga excesiva y reiterada de catecolaminas daña los tejidos del organismo.

“Durmiendo con el enemigo”.
Selye, un investigador de origen húngaro en 1940, descubrió que existe otro tipo de respuesta emocional al estrés llamado crónico o estado de vigilancia.
A los fines de comprender el proceso químico que se desencadena, se llevó el siguiente experimento: se colocan en una jaula, separados por barrotes, a un gato y a un ratón. Ninguno de los dos, pueden aproximarse el uno al otro. Sin embargo, el ratón  no está tranquilo, acurrucado por horas, sin dormir en un rincón, sin probar alimento alguno aunque lo tenga a su alcance – está vigilante y atemorizado -.
Su organismo responde al peligro constante mediante una estimulación de la nerohipófisis, que segrega cortisol. Esta sustancia además de actuar en forma directa  sobre el organismo, estimula la secreción de otras sustancias llamadas corticoides que se producen en las glándulas suprarrenales. Además esta glándula, es la responsable de la producción de las catecolaminas antes mencionadas.
Los corticoides y catecolaminas producen: aumento de la presión arterial, aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la coagulabilidad de la sangre, aumento de colesterol sanguíneo, que a la larga favorecen al desarrollo de ciertas enfermedades.
La tensión psíquica que producen ciertas ocupaciones o modos de vida en numerosas personas, tiene el mismo efecto que el estado de vigilancia del ratón. Esto puede llevar a una sensación de atrapamiento, fracaso, pérdida de control y de autoestima.

Cómo cortar los círculos viciosos del estrés y sus consecuencias.  
Hemos mencionado que cierta tensión en la vida es necesaria y deseable, que sin ella, en hombre no tendría empuje ni iniciativas. Por lo tanto, debemos afinar las cuerdas de nuestro violín para que la melodía sea apropiada, para nuestro tipo de vida.
Las modificaciones de los procesos nerviosos y hormonales producidas por el estrés, junto con sus consecuencias, pueden ser controladas o moderadas por mecanismos básicos:
. Modificación de la conducta emocional.
. Control mental mediante procesos guiados por profesionales.

Consejos para cambiar la sintonía.
Los mecanismos sugeridos para reducir la consecuencia indeseable son:
Actuar, suprimiendo o reduciendo los hechos estresores que detonan  el proceso.
Ser realista de las expectativas, saber que se quiere, que se puede, y que ofrece el medio para lograrlo.
Muy bien, hasta aquí todo un detalle de antecedentes del aspecto estrés, lo cual nos indicarán algunas buenas estrategias a considerar a la hora de cerrar ese 1% fatal, que algunos asignan a una actuación no deseada en el deporte, cuando los otros considerandos de la planificación estuvieron controlados.
Los antecedentes demostrados, asignan una importancia alta, al efecto de la presencia del estrés como consecuencia de la situación presentada. La competencia importante genera estrés, como así también la inminente llegada de la fecha de un examen complicado.
La competencia importante, es un examen de máxima importancia, y es deber como entrenadores, conocer los mecanismos que se desencadenan en los deportistas que los llevan a no estar en control de la prueba, sobre todo, aquellos más jóvenes que del resultado de la misma, puede depender su continuidad en el deporte muchas veces.
Ellos ponen mucho empeño en entrenar y en competir, pero la falta de capacidad en controlar sus emociones, en muchas oportunidades, los llevan a equivocaciones.

Días previos a la competencia. Manifestaciones de la ansiedad en la competición.
La ansiedad precompetitiva es un estado negativo, que ocurre durante las 24 horas anteriores a una competición. La ansiedad precompetitiva resulta de un desequilibrio entre las capacidades percibidas y las demandas del ambiente deportivo. Cuando las demandas percibidas están equilibradas con las capacidades percibidas, se experimenta un estado óptimo de (alerta/vigilancia). La ansiedad precompetitiva resulta cuando la destreza y la habilidad del deportista no son percibidas como equivalentes a las del contrincante.

Hay cinco factores que intervienen en la ansiedad precompetitiva:
1. SÍNTOMAS FÍSICOS: molestias digestivas temblores, etc.
2. SENTIMIENTOS DE INCAPACIDAD: sensación de no estar preparado, de que algo está mal.
3. MIEDO AL FRACASO: a ser vencido, a retrasarse, a no cumplir con las expectativas.
4. AUSENCIA DE CONTROL: sentirse gafe, mala suerte.
5. CULPABILIDAD: dañar al oponente, jugar sucio, hacer trampas, etc.
Con respecto a los factores personales-situacionales, existen algunas situaciones características que contribuyen a convertir un estímulo en una situación de ansiedad; entre ellas se citan: los cambios en la situación habitual, información insuficiente o errónea, sobrecarga en los canales de procesamiento, importancia del evento, inminencia del estímulo, falta de habilidad para controlar la situación, autoestima, etc.
Con respecto a la percepción del rival, este apartado se podría relacionar con la ansiedad precompetitiva. Cuando un deportista sabe con el rival que va a competir, desde ese momento empieza su preocupación si sabe que es superior a él. No está relajado con lo que tendrá muchas preocupaciones que harán disminuir su rendimiento notablemente.
 Con respecto al público, la influencia de la presencia de otras personas puede influir sobre el rendimiento del sujeto. Los primeros trabajos datan de 1898 y fueron realizados por un psicólogo norteamericano llamado Triplett. Constituyen además la primera investigación de psicología social experimental. Este sector de estudio en primer lugar se llamó de la "facilitación social" porque los investigadores pensaban que la copresencia favorecía el rendimiento. Tripplet había demostrado efectivamente que un niño realizaba mejores rendimientos en presencia de espectadores pasivos que solo. La investigación ha seguido hasta nuestros días y, actualmente, la teoría desea que la presencia de otras personas eleve el número de respuestas dominantes. Esto tiene como consecuencia el hecho de que un sujeto obtiene mejores resultados si la tarea está bien dominada, o sea las respuestas dominantes son buenas respuestas, y menos buenos resultados si la tarea está mal controlada, o sea las respuestas dominantes son malas respuestas.
En el ámbito deportivo los espectadores no son pasivos. El equipo que juega en el exterior experimenta una fuerte presión por parte del público. El estrés experimentado por los jugadores será así elevado. Para paliar esta presión, se puso a punto una técnica hace ya más de veinte años: se trata de un entrenamiento modelado que consiste en reproducir durante el entrenamiento las condiciones del futuro partido, en realizar un modelo. Así para los jugadores esa situación de estrés que producía un estado de ansiedad poco a poco se podría ir venciendo hasta acostumbrarse hasta el punto de no percibir la situación como estresante.
También ejemplifiquemos: así como un estudiante responsable ve llegar el día del examen de una materia a la que le puso mucho empeño en estudiar, el nadador, así también lo hace.
Ambos desencadenan una serie de acontecimientos biológicos y psicológicos que pueden afectar de manera positiva o negativa sus rendimientos.
Las sustancias que secretan ciertas glándulas – suprarrenales -, deben ser consideradas como aliadas o enemigas, y es por ello que el deportista debe conocer perfectamente el desempeño de las mismas, a los fines de “estar en control, y manejar la situación”
El nivel de estrés que se va elevando a medida que se aproxima este examen, es progresivo. El propósito y la estrategia, será mantenerse en control para que esta progresión no se potencie en demasía. Pero la mágica frase “no te pongas nervioso”, es solo eso, mágica pero no real y adecuada.
En un intento de comprender este fenómeno que afecta a numerosos deportistas, inclusive a individuos de un deporte de conjunto, deseo establecer dos aspectos que han sido considerados por expertos de la fisiología mundial.

Explicación 1.
Los niveles excesivos de sustancias ofrecidas al organismo por las glándulas mencionadas, ingresan en el torrente sanguíneo, en el músculo y en las reservas hepáticas, atacando progresivamente las mismas, vaciando de energía al deportista.
Cuantas veces hemos escuchado esta historia: “entrenador, pasé los 50 metros y no me quedó nada para volver”. El pase había sido el planificado, ¿porqué no pudo volver como debía?
Ante la pregunta de cómo había dormido la noche anterior, es frecuente escuchar “… hace dos noches que no puedo dormir bien”. Eso significa que nuestra estrategia competitiva tuvo un error de concepción, ya que la misma tiene diversas aristas, más que la meramente desarrollada en el recorrido de la piscina.
El estrés descontrolado durante la noche anterior, hizo que sustancias químicas aniquilaran reservas de glucógeno acumuladas convenientemente en el período de puesta a punto. Todo un error.

Explicación 2.
Dr. Juan Carlos Mazza (Arg.), a cargo del Programa Científico del Comité Olímpico Colombiano). 
El efecto de las descargas adrenérgicas precompetitivas tienen dos efectos:
 - Orgánico-bioquímico: pueden (no siempre) afectar las reservas de glucógeno y glucosa.
 - Orgánico-psicológico: mucha tensión nerviosa, por la descarga, rigidez muscular con mal descanso, rigidez biomecánica, y además consumo de los neurotransmisores del Sistema Autónomo Simpático (los "neurotransmisores positivos"). Para mayor información ver “Neurotransmisores, Biomoduladores cerebrales y comportamiento”,  y Sistema Nervioso Autónomo”, en la web.).

Aprendiendo a controlarnos.
El conocimiento de este procedimiento que lleva a actuaciones no deseadas de nuestros deportistas,  nos hace replantear los procedimientos de educación deportiva. Recordemos que un proceso de educación, se logra cuando logramos modificar ciertas conductas.
El no control de esta situación por parte del deportista, y la no planificación por parte del entrenador previamente, es una conducta a modificar por nosotros, y para ello, en la medida que avanza el proceso de importancia competitivo, desplegaremos las armas necesarias para disponer de mecanismos de control (metodología del desarrollo: entrenar para aprender, aprender a entrenar, entrenar para ganar). No hacerlo, es condenar a nuestros nadadores a no contar con todos los recursos disponibles para la agonística.

Pasos a seguir para enseñar “el control”. Control respiratorio/pantalla mental/música.
Hable y explique a su nadador sobre esta situación; ellos entenderán perfectamente, porque han tenido vivencias al respecto.
Explique porqué no pueden dormir  correctamente la noche anterior y otras, y lo que genera eso en su organismo.
RESPIRACIÓN. Enseñe a respirar 2 a 4 veces por minuto. El ser humano mayor a 12 años, posee una frecuencia de 16 a 20 respiraciones por minuto. Comience a introducirlo en un nuevo programa de frecuencia, donde acceda a vaciar sus pulmones durante 7 segundos, y a inhalar durante 7 a 8 segundos.
Así durante un minuto, podrá conseguir 4 respiraciones completas. Seguramente al principio sentirán incomodidades y de falta de aire, pero con la práctica diaria en sus hogares, conseguirán el ritmo deseado.
Lo que logramos de esta manera, es bajar los niveles de tensión presente, que junto al próximo procedimiento cerraremos el círculo deseado. Recuerden cuantas veces se nos ha propuesto, que ante una situación de estrés extremo, se nos solicitaba respirar profundo varias veces, y con ello conseguíamos una calma mágica.


RELAJACIÓN MUSCULAR.
Mediante técnicas que Ud. debe conocer, proceda a continuación a desarrollar este proceso de relajación muscular, asociada a la respiración.
PANTALLA MENTAL.
Explique mientras el deportista está acostado en posición cómoda, que construya una pantalla mental, donde pueda insertar una imagen de placer. Esta puede ser un color especial, un paisaje de montaña, de mar, etc.
Esta no debe tener movimientos bruscos, ni colores estridentes, ya que el propósito es ingresar de forma imaginaria al cerebro, imágenes de calma y placer.
La actividad eléctrica propia del cerebro, corroborada por un equipo de electroencefalograma, está presente de manera constante. Esta actividad es la que hay que bajar en sus intensidades, que nos impiden poder  relajarnos y estar en control. Es muy posible que durante mucho tiempo, cuando el deportista intente ponerse en pantalla, y permanecer en ella, las interferencias eléctricas del cerebro lo saquen de su enfoque permanentemente. El entrenamiento, consiste en la práctica de permanecer en esa pantalla de placer y relajación, el mayor tiempo posible sin distracciones.
Con ello se consigue los que grandes deportistas expresan su satisfacción de lograr enfocarse para descansar, enfocarse para competir, estar en control. Su entrenamiento es muy complejo, pero los logros y beneficios, imperdibles.
Sin el dominio de este evento de control, todo se puede perder, todo entrenamiento se puede malograr.
La inclusión de música de relajación, es aconsejable en este proceso de respiración-relajación, pantalla y música.
Su utilización. Su deportista puede utilizarlo para descansar convenientemente todas las noches, y evitar estar o mantenerse despierto por horas hasta que concilie el sueño. También se puede utilizar unos 20 minutos por la tarde a los fines de un corto descanso.
Efecto de volver: es posible que una vez logrado con el entrenamiento de este proceso, al ejecutante le cueste volver al estado de vigilia; para ello debe contar en números decrecientes de 5 a 1, y programarse a despertar.
También es posible que en esos 20 minutos, no llegue a relajarse y se duerma, pero  el propósito es no dormirse. 


Conclusiones
El estado de ansiedad puede ser desencadenado por algún suceso que origine estrés en el competidor. A menudo se siente ansiedad ante situaciones de estrés.
Las sensaciones de ansiedad son producidas por la adrenalina. La adrenalina es una sustancia natural.
 La reacción de la adrenalina es aprendida; por consiguiente, se puede enseñar a nuestros cuerpos a producir menos adrenalina.
La ansiedad tiene un lado mental y otro lado físico; y ésta, establece un círculo vicioso.
El estado de ansiedad produce síntomas físicos y entender como se producen esos síntomas te hacen superarlo con más facilidad. Casi todos los síntomas son producidos por tener demasiada adrenalina en el torrente sanguíneo.
La tensión muscular es a menudo la razón física por la que te sientes mal.

Más allá de la existencia de esta información, y la cual es correctamente conducida por profesionales de las ciencias psicológicas, yo lo he comprobado positivamente en aquellos nadadores que practican técnicas de relajación y control mental.
Los he observado a la hora de su descanso, a la hora de la competencia estar en perfecto control tanto psicológico como fisiológico (pulso casi cercano al reposo).
Con respecto a estar en un pulso muy cercano al de reposo, tampoco es bueno a la hora de la competencia. Ud. deberá desencadenar en el deportista, el mecanismo para que libere ese shock de azúcar  deseado. Como un gran entrenador comentó una vez “… dele un shock de combustible premium, antes de competir”.
En el combate al miedo escénico en grandes competencias, éste es una de las armas más poderosas que existen, pero, no es tan mágica en resultados perentorios. Es un proceso que puede llevar meses entrenarlo, y encontrar sus beneficios.
Por último, a los fines d encontrar caminos a nuevas posibilidades para sus deportistas, puede usar la web y buscar www.gestiopolis.com/administración-estrategia/aprender-a-controlar-el-estres.htm
En este sitio encontrará el Sistema Silva muy conocido, y lo podrá descargar gratuitamente. Puede haber otros métodos a los fines propuestos por este artículo.

Referencias.
Estrés y salud, enciclopedia de la salud Nº 1, Fundación Favaloro.
Lic. Sergio Aragón Arjona, España. “La Ansiedad en el Deporte”. Efdeporte.com
Alonso Gaeta Reynaldo. Metodología de la investigación.
Estr@tegia Magazine. Gestiopolis.com 
Dr. Juan Carlos Mazza – Ex Director del Programa Científico del Comité Olímpico Colombiano.