domingo, 17 de abril de 2011

¿Es el momento oportuno para cambiar de entrenador?


Siempre ha sido un tema que me motivó investigar, sobre el momento que el nadador decide cambiar entrenador.
Es el día que en la mente del deportista se lleva a cabo la toma de decisión de realizar un cambio radical en su vida de relación con “su entrenador estacional o de toda su vida deportiva”, y es el día donde el entrenador siente perder, quizás, "su joya más preciada" u algún otro miembro de su equipo, producto de su laborioso trabajo en años.
No es grata esta situación, para ninguna de los dos, pero  conforma partes de las situaciones que se pueden  desarrollar dentro de la dinámica de un equipo.
Considero que la situación que se desencadena, lleva aparejado para ambos o para uno de los sujetos en juego - entrenador/nadador-, un aspecto emocional muy intenso, donde muchas veces quedan melladas las relaciones.
Lo inteligente por parte del entrenador, es comprender porqué se llegó a esta instancia, donde no hay retorno, y considere que el será casi siempre, responsable de todas las conductas de los miembros de su equipo.
El entrenador es el guía, educador, conductor, forjador de voluntades etc.; el será a la persona que tanto padres como nadadores tendrán como referente para el desarrollo tanto deportivo como de integral de la persona.
Algo sucedió para que se llegara a este estado de cosas, algo salió de la órbita del control del entrenador, algo no supo manejar en tiempo y forma  a los fines que pudiera retomar ese control perdido, algo no supo hacer o atender a tiempo.
Todos hemos pasado quizás por esta instancia no deseable, pero personalmente yo lo entendí desde el primer día "si el nadador se me va, por algo será".  
Allí es donde debo acentuar mi análisis, "no supe enamorarlo de mis ideas, no supe venderle mi proyecto deportivo para con él, no pude establecer el vínculo deseado para una ocasión como esta, no pude colocar sus expectativas a la misma altura que las mías".
Cuando las expectativas y forma de ubicar las prioridades entre ambos son  disímiles, estamos en problemas, y a los fines de deslindar responsabilidades en muchas oportunidades y sin hacer este análisis, solo atinamos a decir "me robaron el nadador"  

Le llamo estacional, a la situación que ese nadador provino de otro club y ahora está en la disyuntiva de cambiar nuevamente.

El de toda su vida deportiva, es aquel que nació en la institución y está ligado tanto afectivamente como deportivamente desde el comienzo con su entrenador.

Si nos remontamos en la historia, puedo inferir que muy pocos nadadores en nuestro país, cambiaban de técnico,…se nacía con el , y se moría con el deportivamente.
Cambiar en aquellos tiempos, era un acto de “traición”, quedarse siempre con su técnico era un acto de “lealtad”, aunque a veces los resultados deportivos no fueran los deseados.
El vínculo que se creaba entre nadador/entrenador era muy fuerte, al igual que dentro del equipo, el vínculo con la institución también, por lo tanto esa potencial desvinculación era impensada, y no existía la menor posibilidad que se llevase a cabo ese acto.
En la ciudad de Santa Fe (por ser una ciudad más pequeña que las grandes urbes), los clubes se nutrían de nadadores de su propia cosecha interna; existía en sus arquitectos técnicos una verdadera pasión por el trabajo “del borde de piscina”. Los nadadores eran de por vida regatistas,  gimnasistas,  tatengues, o laguneros, ya que estos clubes reunían niños de su entorno barrial y se desarrollaban deportivamente atados por la pasión de los colores de su club.
La simbiosis entre los actores llámense, profesores de escuela, nadadores, formadores técnicos y entrenador, era total, ayudado también por el lazo que existía entre los padres, reunidos en una mesa de comisión de natación y aquellos que ayudaban por fuera de ella.
La vida de club era diferente a la actual, se vivía el club, hoy solo se vive la piscina durante dos horas. Los tiempos denominados libres de entrenamiento, eran destinados a continuar en el espacio institucional afianzándose aún más los lazos entre los miembros de un equipo.
Es por ello que si a un deportista se le cruzaba por la cabeza cambiar de entrenador y club, también se le pasaba por su mente el castigo que le deparaba casi diríamos “moral/social” del resto de su entorno acuático. Se perdía hasta la amistad de sus compañeros de toda la vida.
Con respecto a los padres, en aquellas épocas, no había mucho lugar para pensar en un cambio de club/entrenador, a los efectos de una mejora sustancias de rendimiento, mi niño lleva los colores del club por siempre, se argumentaba.
En aquellas épocas, existían valores que hoy se han degradado o perdido, y uno era el de "pertenencia a la institución o al equipo"

El objetivo de la mayoría de los padres era que ese club del cual el también profesaba amor, era la segunda casa, y no existía ese pensamiento mágico de cambio de institución y entrenador,… salvo que se hubiese dañado la relación padre/nadador/entrenador.
Por eso, los casos de cambios eran mínimos.

Desde hace un tiempo, muchas cosas han cambiado. No podría decir si para bien o para mal en cuanto a que un nadador decide un cambio por cuestiones de relación con su entrenador, … el o sus padres lo sabrán.
Los cambios devienen por diferentes causales, algunas naturales, otras influenciadas o antinaturales.
En las naturales podríamos incluir:
   1. que el nadador observe un cambio en la política del club en cuanto a su deporte, y verifique el poco aporte al mismo.
    2. Que se haya deteriorado la relación con su entrenador original por diferentes causas:

2.1.      que no lo atienda como el considera, y observa otros emprendimientos en otra institución afines con sus gustos y expectativas.
2.2.      Que su entrenador tenga ausencias recurrentes en los entrenamientos.
2.3.      Que la forma de trato no es lo que corresponde.
2.4.      Que no exista un enfoque en conjunto de un planeamiento a largo plazo. En este punto el trabajo del entrenador solo apunta a lo mediático, y por lo tanto los resultados a largo plazo difícilmente se producirán, por lo que el deportista empieza a ver con buenos ojos otro tipos de programas, que no son precisamente los de su entrenador.
2.5.     Que haya obtenido resultados explosivos en edades tempranas, y como todos conocemos luego del período puberal, los mismos no son iguales o decaen, y por lo tanto gran porcentaje de la responsabilidad subyace en el técnico.
2.6.      Que el o lo padres, con una visión solo resultadista, vayan al encuentro de programas más exitosos. Puede que esto sea válido por una parte, pero es inválido a partir del desconocimiento que puedan tener de un programa a largo plazo que tenga el entrenador o de leyes biológicas que no permitan desarrollos y/o resultados deportivos próximos (denominado analfabetismo deportivo).
Existen niños denominados de procesos lentos y de procesos rápidos con resultados disímiles, influenciados muchas veces por la genética y los desarrollos anasincrónicos de la maduración tanto psíquica como física.
Este desconocimiento por parte de los padres, es responsabilidad pura del entrenador de no hacer partícipe  a ellos de la información  relativa a los elementos constitutivos del desarrollo, y como afectan los procesos de maduración en el entrenamiento y en el rendimiento actual y futuro de su hijo. 

Hasta aquí podríamos decir que en los actuales tiempos, estos son los indicadores normales por la cual el nadador abandona a su entrenador en búsqueda de otros horizontes.

El otro aspecto por la cual el nadador inicia un cambio de su rumbo, es el que considero antinatural o influenciado, ya que existe un factor externo al entorno de su club que se manifiesta a los fines de captarlo para otros propósitos.
Debo dejar establecido que no es una crítica a esta alternativa, ya que todos conocemos “… son las reglas de juego del deporte”.
Algunos la considerarán poco éticas, otros solo reglas en juego y por lo tanto válidas.
Dentro de esta posibilidad podemos mencionar:

  1. Aquel entrenador de otra institución que captura la atención de un deportista de otra, y le ofrece mejoras en las condiciones de trabajo, resultados, dinero/alojamiento/viajes/estudio, y otras posibilidades de desarrollo.
  2. Reclutadores: donde el programa de una institución utiliza a otras personas (pero del entorno), para ofrecer otras alternativas a talentos de otras. Este sistema muy utilizado en USA.
  3. Nadadores que son convencidos por los de otra institución. El hecho de cambio de lugar de un nadador, tiene su asidero en encontrar buenos amigos en el nuevo proyecto.

Nosotros tenemos nuestras propias expectativas de logros en cuanto a obtener nuevos recursos para nuestros equipos; en otras partes del mundo son similares, pero al poseer otro tipo de recursos económicos muy diferentes al nuestro, las expectativas de cambio son más motivadoras, atractivas y viables.


“Me robaron el nadador”.
Ahora bien, sabemos que esto existe y que nadie de nosotros tiene al nadador atado a la piscina que uno entrena.
El tránsito de nadadores y hasta de equipos completos de un lado a otro, se ha dado en nuestra historia aquí y en el mundo.
El tema a considerar por parte de una institución o de un entrenador es el porqué un deportista se aleja de su influencia en búsqueda de nuevos horizontes.
Es muy común que el responsable de un grupo de nadadores replique desde su vulnerabilidad, “…me robaron el nadador”. 
Considero una explicación un poco desafortunada y carente de fundamento, escudándose bajo su propia impericia de retenerlo.

¿Qué es saber retenerlo por parte de un responsable técnico?:
  1. crear lazos fuertes de amistad y respeto.
  2. Ser justo en las decisiones dentro del equipo.
  3. Ser entendido por parte de sus nadadores acerca de la planificación a largo plazo, y no de resultados inmediatos. Los deportistas y padres deben saber que los cambios metabólicos son progresivos ya que los estímulos son aportados de acuerdo a las posibilidades que ofrecen las edades sensibles.
Los resultados devendrán con una programación acorde, acertada y sujeta a la ingeniería científica, el resto son ensayos, aciertos y errores.
  1. Ser explícito en cada una de sus intervenciones tanto en los aspectos técnicos, como de valoraciones objetivas y subjetivas y del manejo de diferentes conductas.
  2. Además de ser comprensivo - amigo de su nadador - , ser duro e inflexible en el momento justo, de esta manera el deportista sabe y entiende que su guía es imprescindible para su desarrollo.
  3. Establecer con su nadador el mayor y mejor de los diálogos a los fines de venderle el mejor programa para su progreso. Lógico que existen quienes “venden humo” , y ese producto tiene poca duración en el escenario del entrenamiento y de la competencia, por lo que decanta a continuación “… me robaron el nadador”.
  4. Establecer en ese dialogo la analogía del esfuerzo que representa encarar un entrenamiento con dureza y responsabilidad, con lo que será su vida post deporte. Este subterfugio muy válido en su empleo, genera un nexo importante, ya que tanto el deportista como sus padres, verán algo más que un entrenador para su hijo, “...verán a un elemento pedagógico que utiliza una herramienta como lo es el deporte para prepararlo para la vida”. Vaya recurso para utilizar en la construcción del lazo afectivo entre entrenador/nadador!!!.

Aprendiendo a comunicarnos.
Me pareció muy interesante el aporte de la publicación “The swim coaching biblie” de Dick Hannula y Nort Thornton (Human Kinetics Publishers. Inc.), y es mi deseo compartirla con Uds., a los efectos de seguir descubriendo aspectos  que hacen a la toma de decisión de un deportista en abandonar a su club, entrenador, y equipo.
Ante todo es necesario saber quienes son estos dos editores, ya que tienen unos años y es muy posible que no estén dentro de vuestra información.

Dick  Hannula: es uno de los entrenadores más grandes de Universidades y clubes de la historia mundial y de USA lógicamente. Acumuló el record más largo de un a Universidad sin conocer derrota en 323 encuentros consecutivos, incluyendo 24 campeonatos universitarios consecutivos del estado de Washington.
Presidente en múltiples períodos de la American Swimming Coaches Association.
Ha sido galardonado con la admisión en el International Swimming Hall of Fame y autor del libro Coaching Swimming Successfully.

Nort Thornton: entrenador jefe de la Universidad de California en Berkeley. Sus equipos en los últimos 30 años, han finalizado dentro de los 10 primeros puestos.
Entrenador del año  en 1979/80 y su admisión al International Swimming Hall of Fame, y entrenador en varias oportunidades del equipo de USA en campeonatos Olímpicos y Panamericanos.

Estos dos editores/entrenadores, han invitado a una serie de entrenadores con suceso, para que hagan sus aportes a diversos temas relacionados con la temática natación; John Leonard, ha sido oportuno aportando algunos datos que considero apropiados, para desentrañar esta historia del abandono por parte del nadador a su entrenador.
Solo citaré algunos tips referenciales y muy ilustrativos que muestran ciertos aspectos que los entrenadores debiéramos tener en cuenta a los fines de no llevarnos la sorpresa de que un buen día “…nos robaron el nadador, o en el peor de los escenarios, el equipo entero”.
Saquemos conclusiones de los mismos.

John Leonard comenta

1. “Siempre observamos que los entrenadores de mayor éxito, adaptan exitosamente su programa a los diferentes grupos de trabajo, cualquiera sea la edad y nivel competitivo”
2.  “Los entrenadores que trabajan con niveles múltiples de capacidad y de intereses son partidarios de cambiar su estilo y su método para adaptarse a la situación”
“La flexibilidad mental proviene de su capacidad para crear verdadera empatía con los componentes del grupo”.


  1. ¿Qué es el entrenamiento?: "es una labor de venta"
a. Vender sus ideas a los deportistas.
b. Vender la confianza en si mismo,  y en su sistema de preparación.
c. Vender el valor del deporte y del trabajo duro que exige.

“Vender es transferir una emoción que mueve a actuar a una persona, el vendedor debe vender una ilusión  para incitar  a actuar a las personas y proporcionarles los datos objetivos que justifiquen su elección ante si mismos, sus padres y otras personas”
Si deseo vender una idea a un deportista, debo comunicárselo.

Raúl Strnad. Es indudablemente un gran concepto, y quizás uno de nuestros problemas en esta comunicación con el deportista y sus padres. Más allá que nos consideramos ”entrenadores”, lo importante es poder vender nuestro producto de manera honesta y de la mejor manera posible. Productos hay varios, formas de ventas lo mismo, pero hagamos un acto de sinceramiento, determinemos el valor del mismo y sobre que base está construido nuestro programa.

Jhon Leonard.

A. ESCUCHE:
  1. Buscar primeramente comprender, luego ser comprendido.
¿Puedo repetir lo que me acabas de decir para estar seguro de haberlo comprendido?

  1. Enfatice su deseo. ¿Es eso correcto?

  1. Descodifique la información, en contenidos, significados y emociones y de esta manera, este tipo de intercambio demuestra concretamente el interés del entrenador por sus vidas.

B. INSTRUCTIVO COMUNICACIONAL.

  1. Los entrenadores deben modificar la comunicación verbal en contenido, complejidad, duración y emoción según el grupo.
  2. Muestre siempre emociones reales sobre todo en “las normas de conducción para pertenecer al equipo”
  3. Si se enfada, demuéstrelo, eso marca que los nadadores observan su preocupación por el proceso.
  4. Utilice sus emociones tanto las alegres como las tristes; NO EXAGERE.

C. SEA CONCIENTE DEL LENGUAJE CORPORAL.

Lenguaje corporal activo – agresivo,
Lenguaje de entrenamiento y de competencia            Factor de motivación


D. ENVIE EL MENSAJE CORRECTO.

  1. Diferencie el nivel inicial del competitivo de los mayores.
  2. La claridad, la sencillez y los ánimos son valores positivos en la comunicación de nadadores principiantes.
  3. Con los mayores la necesidad de interpretar que el mensaje es variado


E. CARACTERISTICAS DE LOS ENTRENADORES CON ÉXITO.

De acuerdo a los diferentes niveles, los entrenadores vivenciarán su cuota de éxito.

1. Si trabaja con grupos de principiantes,  hacerlos disfrutar del deporte, enseñarle nuevas habilidades, y desear continuar, eso significa ÉXITO.
2. Si trabaja con grupos de edades, el dominio de estas habilidades, el aprendizaje técnico de la natación y el aprender a competir, eso significa ÉXITO.
3. Si trabaja con nadadores seniors, las victorias competitivas, las mejoras en los tiempos y habilidades, eso significa ÉXITO.
4. Si trabaja con nadadores de la elite, la mejora en los tiempos y tener un buen rendimiento en las competiciones, eso significa ÉXITO.

F. CARACTERISTICAS DE LOS NADADORES DE ELITE.

1. La mayor parte de los planes de entrenamiento deben ser personalizados.
2. Los nadadores deben participar en la planificación de sus entrenamientos.
3. El rol del entrenador es como un socio del nadador ya que ambas partes buscan el alto nivel.
4. Los descansos a todo nivel aumentan a medida que el nadador es cada vez mayor.
5. Las competiciones sirven como factores de motivación, solo sirve NADAR Y MEJORAR.
6. Resentimiento del equipo ante la no restitución de lo que el programa les brinda.
7. La diversión se sustituye por la satisfacción que proporciona el trabajo bien realizado.
8. El exceso de opinión de aquellos que creen saber demasiado, es un riesgo.


Hasta aquí he propuesto una serie de conceptos con la ayuda de un experto internacional, en cuanto a los elementos que hacen a confeccionar un esquema tanto práctico como mental, para tomar una determinación.
Esa determinación muchas veces es traumática y en otras oportunidades concensuadas entre entrenador y nadador.
He vivido casos puntuales donde nos pusimos de acuerdo con el deportista en que el debiera buscar otras posibilidades de desarrollo y conducción por fuera de mi paraguas.
Aconsejo que es la mejor forma de encarar el problema cuando Ud. vislumbra que se han roto ciertos canales que hacen a la sana convivencia tanto social como deportiva.
Ud. debe darse cuenta temprano cuando las cosas no funcionan de acuerdo a su visión, y si es imposible de recomponer las mismas, lo más deseable es ofrecer al deportista otras oportunidades en otra institución.
De esa manera, se conservará una amistad positiva y Ud., siempre será a la vista de su ex nadador, aquel que lo inició, lo desarrolló y educó deportivamente y para la vida.
También es importante despojarse de todo egoismo cuando uno conoce y es conciente que el nadador es más importante que su programa de club o supera las expectativas y posibilidades de uno como entrenador. Deportistas importantes en alguna oportunidad se fueron desdibujando cuando la estructura que uno tiene, no alcanza a acompañar su potencial deportivo.
En mi caso particular, he vivido algunas situaciones similares y deseo compartir a los efectos que no se me vea, que uno mira el tema de afuera.

Caso 1. Conrado Porta, finalista de 100 y 200 espalda en el mundial de Berlín 1978. Mi propuesta para con el fue ofrecerle la posibilidad de que siguiera su carrera deportiva en USA en una universidad, ya que mi estructura de trabajo tanto personal, como de club y la carencia de planes nacionales, le harían imposible progresar y además formarse profesionalmente.
Dos sentimientos afloraron en el instante que me dio su “si”, el de frustración por perder un gran nadador y amigo, y el de alegría de saber que ascendía otro peldaño en su vida.

Caso 2. Sebastian Lasave. Espaldista de jerarquía con 0.57 en espalda a los 16 años, y 2.02.00 en 200 espalda. Le propuse su partida a España ya que el Prof. Fernando Navarro estaba interesado en contar con el.
Desistió de ir y combino quedarse a entrenar en el país.

Caso 3. Alicia María Boscatto. Múltiple campeona Sudamericana, semifinalista en el mundial de Guayaquil 1982.
Después de una gira europea que realizamos (2.31 en 200 pecho en Alemania 1983), el equipo Italiano me solicita permiso para invitarla a pasar un tiempo con ella a lo cual accedí.
No había que pensar mucho en que sería invitada a quedarse, cosa que así sucedió con la promesa de un buen club, dinero, casa y nadar por Italia y a un año de los Juegos de Los Angeles 84.
A su regreso me informa del tema, me dice que no se irá a Italia y que terminará su carera deportiva en nuestra institución, situación que no compartí argumentando que el cambio sería muy ventajoso para ella. Su decisión fue final, se quedó en Argentina.

Caso 4. Agustina Degiovanni. Ya más de esta época y en actividad. Cuando llegó a mis manos planificamos natación hasta la finalización de su secundaría y luego poder volcarla a circuito competitivo/académico  de USA. Así lo hicimos y logramos.

Caso 5. Joaquín Belza. Nadador de espalda 5 medallas de oro en los juegos Odesur  en Buenos Aires.
En esta oportunidad, y bajo ciertas situaciones no deseables de entrenamiento, nos pusimos de acuerdo para desvincularnos de la unión deportiva. De esta forma hoy mantenemos muy buena relación y está nadando en España.

Consideré en cada una de esas oportunidades que no era yo quien impidiera la oportunidad de progreso de un nadador, aferrándome  a sus logros de una manera demasiado egoista. Creo que cada uno de ellos tuvo la oportunidad de decidir su futuro, yo tuve la oportunidad de brindárselo de la mejor manera posible y con las penurias de las armas que poseemos para entrenar.
No es un momento óptimo desprenderse de un campeón y del afecto entre ambos, es un momento muy duro cuando le dejas la mano.
Pero a mi entender, creo que es el camino por la cual debemos transitar y educar y dar posibilidades de desarrollo.    





   












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